1) Amaya dijo que sí

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Era la hora de recreo, y aquel día soleado de primavera daba un ambiente muy grato para poder encontrarse en el patio de la escuela. Algunos se encontraban jugando fútbol, otros se encontraban leyendo en las bancas, otros se encontraban dibujando y otros se encontraban simplemente reposando sobre el fresco y verde césped. Sin embargo, tres de aquellos estudiantes no se encontraban haciendo nada de eso. Connor, Amaya y Greg eran tres mejores amigos, siempre estaban juntos y siempre trabajaban juntos en los deberes escolares, a diferencia del resto de sus compañeros de escuela, ellos eran los únicos que se encontraban alejados del resto.


Greg se encontraba mirándolos a ambos ubicados en uno de los costados de la escuela, él estaba ubicado casi en la esquina de la escuela mientras miraba como es que sus dos mejores amigos caminaban en dirección a aquella zona más solitaria de todo el patio. Hacía tan solo unos pocos minutos Connor se había decidido a hacerlo.

- Greg – le había dicho a su amigo – hoy será el día en que lo haré


El muchacho rubio asintió con la cabeza, entendiendo perfectamente a lo que se refería.




No habían pasado muchos días desde que Greg había notado que algo estaba pasando entre sus dos mejores amigos, no solamente veía como es que ambos actuaban con algo más de torpeza al estar juntos, sino que también los veía constantemente sonrojados al estar muy cerca, algo que tal vez no muchos notaban, pero él, estando siempre con ellos, lo notaba perfectamente. A pesar de eso, no tuvo que ser él quien tuviera que preguntar que ocurría, su mejor amigo fue quien se lo terminó diciendo sin siquiera pensar en preguntárselo. Aquello ocurrió hace algunos días, justo después de que se despidieron de Amaya, a quien acompañaron a su casa y la vieron alejarse hacia la puerta, despidiéndose risueñamente antes de entrar. Greg ya se había acostumbrado al ver a su amigo ya sonrojado al estar con Amaya, algo que honestamente dejó de sorprenderle mientras pasaban por los días y algo por lo cual ya podía comenzar a darse cuenta que era lo que realmente estaba pasando, pero a diferencia de otras veces en las que su amigo simplemente se sonrojaba y luego cambiaba el tema, esta vez tuvo el valor de decirle lo que ocurría. A diferencia de lo que normalmente ocurría cuando ambos se despedían en la entrada de la casa de uno de ellos, esta vez Connor invitó a Greg a su casa para poder conversar, por lo que tan solo unos minutos después ambos se encontraban en la cocina de la casa de Connor, ambos sentados en las bancas que ahí habían con un vaso de jugo para cada uno.

- Esto es algo que siento que he tenido guardado desde hace mucho tiempo – le comenzó diciendo – y pensaría que tal vez te has dado cuenta, pero tengo la suficiente confianza para decírtelo

- ¿Y que es? – le preguntó Greg con intriga


Tenía su vaso de jugo entre sus manos sobre sus piernas, bajó su vista hacia ese vaso antes de volver a levantar la mirada hacia su amigo antes de poder confesar lo que sentía.

- Creo que me gusta Amaya – finalmente confesó


Aquella frase simplemente había confirmado lo que Greg ya sospechaba, más al darse cuenta como Connor se estaba sonrojando frente a él al pensar en lo que acababa de decir.

- Amaya es la niña más linda que he conocido – continuó diciendo – su linda sonrisa... su cabello, e incluso sus anteojos la hacen ver muy linda, sin mencionar la gran amiga que es con nosotros.

PJ Masks: Un amor imposible, Gekko x RipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora