12) Los colmillos

325 12 5
                                    

Gekko quedó petrificado un instante, sus ojos abiertos hasta el límite miraban a la sonrojaba lobezna frente a él. El corazón de ambos latía fuertemente, ella por habérselo dicho por fin, y él por habérsele revelado esa información. El muchacho lagarto no sabía que más decir ahí, no sabía como reaccionar ni qué decirle a Rip.


"¡Me gustas!" repitió él en su mente "Le gusto... ¡LE GUSTO A RIP!"


La sonriente lobezna lo miraba con una sonrisa, mostrando así sus largos y afilados colmillos, lo miraba con expectación y emoción. De haber tenido una cola seguramente también se estaría agitando, más felicidad no podía estar sintiendo en esos momentos, o tal vez sí, si es que en esos momentos vería al muchacho lagarto decirle que también le gustaba, y cuando apenas se lo dijera se abalanzaría sobre él para abrazarlo, y darle besos y lamidas en su rostro, pero eso no pareció verse de inmediato así, ya que vio de inmediato a su chico lagarto mirándola con un rostro de preocupación.


- Lo veo en tus ojos – continuó diciendo la chica lobezna al notar eso – sé que también puedes estar sintiendo algo por mí, lo sé yo, lo sabes tú, y cualquiera que pueda estar viendo esto en estos momentos lo puede ver.


Más presionado aún se sintió Gekko ante esa declaración de parte de Rip. Él simplemente se sentía confundido... su parte racional le decía que cuando una niña le gustara sería una chica como él, pero no una chica con un pelaje morado junto a unos ojos, colmillos, garras y pelaje propios de un canino.


Pero su parte emocional...


Su parte emocional era la que en esos momentos controlaba su corazón, que se encontraba latiendo con firmeza en su pecho y le hacía sudar su rostro, y por sobre todo, la parte en la que no le importaba en absoluto todas las características particulares de Rip ¿Qué tenía de malo que tuviera garras y colmillos afilados? ¿Qué tenía de malo que tuviera pelaje? ¿Qué tenía de malo que fuera tan distinta a las niñas normales de su escuela? Ella era linda y punto, y si es que le gustaba, era algo que debía comprobar en ese momento.

- Rip... yo – logró balbucear él – yo...


Rip en ningún momento parecía dudar que Gekko también sentía algo por ella, no por nada él había sido tan atento y cariñoso en la caverna, y no por nada ambos habían mantenido esa cercanía luego de haber podido escapar, de no ser así él nunca habría querido ayudarla a sanarse del moretón de su cabeza ni haber convencido a Catboy y Ululette de que también los invitaran a beber chocolate caliente.

- Vamos, dilo – dijo ella, ya convencidísima de lo que él diría – también quiero escuchar y que me digas lo que sé que me quieres decir

- Pero... - Gekko sentía esa lucha en el interior de su cabeza, entre su lado racional y su lado emocional - ... pero...

- Estás sonrojado – le dijo tiernamente Rip – creo que sé que es lo que quieres decirme, y me siento ansiosa de que me lo digas


Tan emocionada estaba que también se percató de la manera en que Gekko temblaba y parecía sonreír nerviosamente, pero justo cuando ella iba a hacérselo notar, él interrumpió:

- ... ¿pero por qué nos lanzaste un aullido junto a Howler y Kevin? – logró finalmente decir de corrido

- Oh... bueno, pues... - no esperaba que lo primero que su querido chico lagarto dijera fuera eso, pero igual le respondió de inmediato – simplemente para evitar que Howler sospechara de nosotros... lamento si es que te dolió el haber caído al suelo

PJ Masks: Un amor imposible, Gekko x RipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora