=Eres igual a tus padres=

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La torre era realmente más grande de lo que aparentaba por dentro, tenía pasillos en los que era fácil perderse si eras nuevo, aún con los malos climas en las que se encuentra, es agradable

A los magos capturados fueron divididos en mujeres y hombres en cada habitación grande, como niños

–¿Que ocurrirá con nosotros?–preguntó Minerva sentada en una cama pequeña con Nagini y Albus cada lado

–Lo más probable quedarnos–respondió otra bruja en la habitación

Nagini solo negó suspirando, miró y Albus parecía más tranquila sentada de brazos cruzados, bueno, luchar casi todo el día te cansa bastante

–Te encontraste con el mismísimo Mago tenebroso–comentó otra de la habitación

–No es la gran cosa–respondió Albus en un tono muy aburrido

–¿¡Como no va a ser gran cosa!?–exclamó la misma

–Parecía tener un aura poderosa–comentó Albus llevando una mano a su barbilla–Pero si da miedo sus ojos–

Todas escucharon pasos y volvieron a sus camas fingiendo dormir. Vinda miró toda la habitación, y fijó su mirada por donde Albus estaba acostada

Nadie se movió después de que los pasos se escucharán alejando

Gellert estaba sentado en su oficina, tomando una bebida, sin poder dejar de pensar en unos ojos avellanas específicamente

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Gellert estaba sentado en su oficina, tomando una bebida, sin poder dejar de pensar en unos ojos avellanas específicamente. No podía sacar la imagen de esa chica de su cabeza, esa mirada que parecía retar hasta la muerte, bueno, no tembló ni un segundo cuando él estuvo frente a ella. Esperaba cualquier cosa, menos una bella joven de pelo rojizo en sus brazos, incluso en la forma sucia que se encontraba le parecía una belleza

La puerta se abrió dejando atrás sus pensamiento, su tía, Bathilda Bagshot apareció con una sonrisa, Gellert se levanto para recibirla

–Tía, ¿Que te trae a mi oficina? Normalmente estás en tu habitación o en el jardín–

Bathilda sonrió con cariño a su sobrino

–Vine a ver si estabas bien, talvez no sea necesario pero escuché que una joven causó problemas y tú lo arreglaste–

Gellert negó con la cabeza

–Nada de lo que debas preocuparte–respondió

Bathilda entrecerró los ojos y miró a su sobrino

–No, algo pasa–

Las únicas personas que realmente podrían leer a Gellert Grindelwald fueron su madre, Yelena Grindelwald y su tía

–¿Es esa joven? ¿La pelirroja, verdad?–

–Siempre atenta a todo lo que ocurre–comentó Gellert

–Lo sabía–sonrió–Me dijeron que era bella–

–No, tía–Gellert la detuvo antes de que terminará–Por favor, no hagas de las tuyas–

¿Guerra Quiere? ¡Guerra tendrá! [Grindelore]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora