Capítulo 21: Explote sin pensar.

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Maia

Me despierta la canción de Romeo, estoy en el pecho de Kuno. Mis ojos están pegados, abrirlos es imposible y sigue sonando. Al fin logro abrirlos, el celular está en la mesita de noche y paso por encima de Kuno, lo aplasto sin pensarlo y alcanzo el celular.

—Mel, eres peor que un enema —farfullo y me restriego los ojos.

Soy consciente del contacto piel con piel, entonces bajo de la nube de Maialandia y recuerdo que estoy en cueros. Siento el calor que emana de su cuerpo y se remueve dormido. Mis ojos recorren su rostro y hasta dormido es provocativo. No tengo esa suerte, al instante toco mi pelo enredado. No necesito espejo para saber la situación del pelo, está como si hubiera sufrido alto voltaje.

Aún sigues dormida Maia, no lo puedo creer. Tú la más puntual y adicta a madrugar. Son las 7:38 de la mañana, se supone que en menos de media hora vayamos de aventura —su voz alegre y quisiera saber que come para madrugar así.

Me recuesto en el apetitoso pecho de Kun, paso mi dedo índice por sus abdominales y suelta un gemido. Me coloca su brazo en mi cintura, necesito cortar la conversación y respiro profundo sintiendo miles de emociones menos tardanza.

—Ahora me pongo las pilas y deja el drama —respondo y contemplo el causante de mis emociones.

Les doy la bienvenida a sus ojos verdes que me hipnotizan. Comienza con sus dedos ágiles acariciando mi cintura y mi mente vuela a la maravillosa noche. Me hizo sentir tanto, estoy todavía en el cielo y no despierto.

Antes que cuelgues estoy en la panadería y por eso el motivo de mi llamada. ¿Quieres dona o algo en específico?

¿Comida? Cierto, es bueno tener una amiga piensa en todo. Muerdo mi labio inferior, evitando un jadeo y ordeno lo primero que se me viene a la cabeza que no sea Serpiente, gemidos o cama.

—Tráeme tres sándwich de jamón y queso. ¡Por favor! —me siento ruborizada y con calor.

Como no estarlo Kuno me está comiendo con la mirada. Amanecer conmigo debe ser su pesadilla hecha realidad. Creo que estoy mal, porque ahora mismo lo deseo. Estoy palpitando por él y quiero sentirlo dentro. Él baja su mano hasta agarrar mi nalga, la otra mano me acaricia la mejilla y mi pulso aumentando.

¡Hey! ¿Tanta hambre tienes? No espera, ¿tienes compañía? —pregunta Mel, trayendome a tierra.

—Es para Kuno y el hermano.

Estoy viviendo cada caricia y cierro los ojos.

Me informas ahora todo, ¿durmió contigo? —su voz llena de adrenalina.

Pero no me dio tiempo de contestar, ya que Kun me arrebata el celular. Me tomo de sorpresa, abro los ojos como platos y él me tira una guiñada.

—Trae una dona de chocolate, mejor que sean varias. Nos vemos luego, estamos ocupados —cuelga la llamada y lanza el celular hacia la cama.

Estoy pasmada aún, él me tiene en las nubes y enredada en su alma.

—Sé que estamos tarde, pero te necesito y es urgente. Mi Ángel Sexy, tú también me necesitas —susurra en mi oído y me enciende como fósforo.

Me desconozco, él me da una seguridad y me siento sensual en cuerpo y alma. Tan sólo ver cómo él reacciona conmigo, al igual que mi cuerpo reacciona con sus caricias. Soy perfecta para él, su mirada me lo confirma y me hace perderme en él. Le agarro con las dos manos sus mejillas, lo devoro besándolo y él me responde en medio de caricias. Su mano explora hacia el sur, el beso se intensifica y le muerdo el labio. Kun jadea, baja hacia mis senos y los chupa. Empieza a alternar mis senos, los atiende a los dos y su mano me acaricia mi sexo. Estoy tan mojada, impulso mi sexo y él me entiende. Se voltea, quedando abajo de su cuerpo y se entierra dentro de mí, al principio duele un poco ya que está bien dotado mi Serpiente. Pero me encanta sentirlo, le entierro las uñas en su espalda, él me hace querer llorar, reír y gritar. Siento como mi sexo palpita, está construyéndose poco a poco mi orgasmo y Kuno acelera. Lo cual me excita más. Me besa, nuestros besos torpes, las lenguas bailan y me empiezo a mover con su ritmo. Necesito que vaya más rápido, pero me aguanta por la cintura, no me puedo mover y abro los ojos. Me mira, su cara de placer absoluto y empieza a moverse lento, y me vuelvo loca con sus movimientos. No sé, cómo él hace pero conoce mi botón y me hace perder la cordura. Me hace gritar, mi cuerpo tiembla, cierro los ojos y grito su nombre. Mi orgasmo llega es increíble y es tan fuerte. Es como si fueras a morir de placer, te sientes en el cielo y sientes que vas a explotar. Kuno lo saca, se viene en mi vientre y deja su semen regado en mi cuerpo. Me sonríe, se queda observando su obra de arte y se acuesta al lado mío. Estamos recuperando el aire, gira su cara hacia mí y mi sonrisa es inevitable. En eso tocan a la puerta, me acuerdo de Kev y me arropa rápido. Me encanta ver que se preocupe por mí y se levanta. Va corriendo hacía la puerta, mmm... ver su cuerpo desnudo y aún su pene erecto es un pecado. Me empiezo a reír, porque se ve tan cómico y se coloca la toalla que anoche tiró en el suelo. Bueno ahí es cuando veo todo el reguero en el cuarto, ropa en el suelo y toallas en el piso. Kuno abre la puerta, solo un poco para que Kevin no vea nada. Me levanto de la cama envuelta en mi sábana, voy hacia el baño y me siento toda pegajosa. Al entrar al baño me quedo pasmada, parece que arrasó un huracán, está mojado el suelo y voy recogiendo más toallas del suelo. ¡Dios! tantas toallas sucias, mi padre me matará y veo que en la tablilla sólo quedan dos toallas. Vacío el agua del jacuzzi, en eso entra Kuno al baño y sin la toalla desnudo como lo trajo Dios al mundo.

Tatuado En Mi AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora