Capítulo 25: Mi vicio tiene nombre.

137 8 0
                                    

Maia

Estoy manteniendo a Kevin ocupado, está en la mesa de aperitivos y logré que los invitados continuarán disfrutando. Mi padre se desapareció en cuanto él mesero limpió y sé que hay gato encerrado aquí. Mi hermano se acerca, me toca la cintura y se pega a mi oído.

—¿Qué sucede con nuestro padre? —susurra mi hermano y veo a Kevin comiendo un dip de pollo.

Estupendo, mi hermano tiene que preguntar ahora y de momento escucho gritar: ¡PAPÁ, PAPÁ! Nos volteamos a la vez mi hermano y yo. Vemos a Valeria mi hermosa sobrina, su pelo negro cae en cascada sobre su espalda, sus rizos la hacen ver adorable, es tan blanca como "Blanca Nieves". Así siempre le he dicho de las princesas y ella se pone culeca. Viene corriendo hacia nosotros, sus ojos brown fijos en su padre y es versión mejorada de su padre. Lo único de la madre es la nariz chata, tiene un traje largo brown oscuro, mi hermano se agacha con sus ojos húmedos y la recibe. Verlos abrazados es bello, me encanta que a pesar de todo Valeria vea a su padre como su héroe. Veo que se acerca Ticha, la ex-esposa de Miguel y madre de Valeria. Su porte siempre elegante, ella tiene el pelo rizado brown hasta los hombros, su nariz chata y su cara cuadrada. Es morena, labios gruesos, su cuerpo pronunciado; es caderona y sus ojos verdes. Es una negra bella, sus ojos la hacen ver exótica y me sonríe.

—¡TE QUIERO PAPÁ! —grita Valeria y suelta a Miguel.

—¡Yo más mi princesa! —dice Miguel, su voz se corta y carraspea.

—Hola Ticha, me alegro de verte —saludo mientras la beso en la mejilla.

—Yo me alegro igual, gracias a Marcos que me invitó y por cierto ¿dónde está? —dice Ticha y mira alrededor.

En eso Valeria se me lanza a mis piernas, la cargo y la coloco en mi cintura de costado. La beso, cuanto la extrañaba, gracias a ella soy tía y es el sentimiento más bello.

—¡Te amo Vale! —digo abrazándola y ella se ríe.

—Amo más tití —dice riendo mi Valeria.

—Nuestro padre está arreglando un asunto, lo buscaré. Esperen aquí —comento y me acuerdo de Kevin que está detrás.

—Hola Ticha, ¿cómo estás? —pregunta nervioso Miguel, él sabe que Ticha no lo soporta.

—Sobreviviendo Miguel —contestó sarcástica—. Ok te espero en aquella mesa Maia —señala la mesa de la esquina y agarra la mano de Valeria.

Pero Valeria no quiere apartarse de Miguel y empieza a tirarse al suelo. Miguel la carga, ella sonríe y Ticha se molesta.

—La llevo luego a la mesa Ticha, ¡por favor! —suplica Miguel y Ticha suspira.

—De acuerdo, te comportas Valeria —su voz firme y besa la mejilla de Valeria.

Mientras se marcha Ticha malhumorada, veo a mi hermano relajarse y noto que está llegando más gente a la fiesta.

—Miguel, ¿te puedes quedar con Kevin? Para buscar a Kuno, su mamá y a Marcos —estoy ansiosa por saber de ellos y Kevin me mira justamente en ese instante.

—Sí claro, vamos Kevin a sentarnos al fondo está vacío —dice Miguel y señala con la cabeza hacia las mesas.

—Pero puedo ir contigo Maia y te ayudo —sus ojos y voz me dicen lo preocupado que se encuentra y me acerco a él.

—Tranquilo nada a pasado, solo que a lo mejor están bebiendo allá y se envolvieron. Espera aquí, ¡por favor!—hago pucheros y asiente sin tener más remedio.

—Avanza, no tarden —suena frustrado y se va hacia la mesa.

—Entretenlo Miguel y gracias —susurro rápido y me voy a las millas.

Tatuado En Mi AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora