OPUESTOS. (GAY)

CAPITULO VEINTE

                    NARRA KEVIN

Desperte esta mañana atado de píes y manos a una silla de madera, tenia un vendaje en la boca, lo cual me impedía pedir o gritar ayuda.

-Vaya, has despertado mi principé-

No lo puedo creer, pero si mi secuestrador es Pablo, intento safarme, pero lo unico que logro es casí caeerme, Pablo me detiene y me dice:

-Cuidado amor, casi caes-

Al notar que quiero hablar, me quita la "mordasa" de la boca, asi que comienzo a hablar:

-¡¿Que es lo que ases?!-

-Te voy a demostrar que mi amor por ti, nunca fue una mentira-

-Liberame! Ho le dire a todos-

-Okay, dile a quien quieras, pero, anda levantate y ve por tú telefono-

Al notar que estoy atado, y que es imposible, le hablo:

-Haaa! Es imposible-

-Deacuerdo, lo resumire: Ahun te sigo amando con el corazón-

-¿¡Ha si!? Pues yo a ti ya no, yo ya amo ha...

Me vi interrumpido por una calída mano en mi barbilla, era de Pablo, quien dijo:

-Anda, dime que ya no me amas, y te dejare ir-

Dijo, pero esta vez timído y cabizbajo.

-No, pero eso no significa que haun te amo-

-Okay, entonses, puedo esperar-

Subio mi mordaza de nuevo a mi boca, y se retiro, pero antes, deposito un beso en mi mejilla y un susurro en mí oido, lo cual me exito bastante:

-Te amo cariño-

Me dejo amarrado a la silla, tiempo despues, me quede dormido por el aburrimiento, en la casa no habia nadie, sus madre estaba trabajando y el se encontraba soló.

Poco despues mi estomago empezo a gruñir, tenia hambre y empezaba a percibir ese olor a comida, rapidamente desperte, y me encontre a Pablo totalmente desnudo, solo un delantal que cubria su parte delantera, en las manos traía una rebanada de pastel casero y una malteada de chocolate, se acerco hasta mi, se sento sobre mis piernas, me quito la mordaza y me pregunto:

-¡¿Listo para decirlo?!-

-Ni en un millon de años-

-Deacuerdo, hora de comer-

Me empezo a dar bocado por bocado hasta terminar el pequeño trozo de pastel, luego me dio de beber, y a mi, me encantaba ser su "REEN" solo que mi orgullo no me lo permitia decirselo

-Muy bien, ahora, hay algo que quiero hacer, y solo tú lo podras satisfacer-

Sabia a que se referia, y ahun adi puse resistencia.

Arrastro la pequeña silla hasta su cuarto y me amarro a la camá.