Primer día.

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—¿Aquí te parece bien? –cuestionó la rubia señalando un par de asientos desocupados.

—Sí.

La rubia iba a pasarse pero algo pareció detenerla.

Se giró nuevamente hacia la pelinegra.

—¿Quieres escoger? —cuestionó nuevamente a la chica.

—Preferiría el asiento del pasillo.

—Perfecto. —finalizó la rubia pasándose al asiento de la ventana con la pelinegra siguiéndole detrás.

Un silencio les rodeó.

¿Era idea de la pelinegra o... realmente aquella rubia no le parecía tan mala?

—Acerca de lo que dijo Rarity hace un rato, yo...

La rubia le miró de nuevo con aquella sonrisa de sentimientos indescifrables.

—¿Vas a disculparte? —cuestionó— Si es así, ahórratelo. Odio la hipocresía.

La pelinegra frunció el ceño.

—¿Disculpa? Trataba de ser amable.

La rubia suspiró.

—¿Vas a decirme que lo sientes? ¿Vas a decirme que no crees lo que ella dijo? ¿Vas a mentirme con la excusa de "ser amable"? Vamos, tú y yo sabemos que lo crees igual, está bien, cada quien es libre de creer lo que quiera. Pero odio la hipocresía. —finalizó girándose hacia la ventana.

La pelinegra se giró de igual forma dándole la espalda.

¿Cómo había podido pensar que aquella rubia era quizás tolerable? Estaba claro que se había equivocado.

Volteó para ver a sus amigas en el autobus.

Casi al fondo, alcanzó a divisar a cierta peliteñida de ojos magenta con audífonos y su amiga pelirosada al lado en silencio y tratando de no hacer contacto visual con la anteriormente mencionada.

Se giró hacia en frente y pudo divisar cómo su amiga saltarina hablaba animadamente con su ya irritada compañera.

Finalmente, unos asientos detrás visualizó a aquella molesta pelimorada pálida que iba de brazos cruzados y con la mirada en sentido contrario a cierta pelirroja que también llevaba audífonos.

Su mirada se posó unos pocos segundos en aquella pelirroja.

Tenía los ojos cerrados. ¿Para disfrutar la música? ¿Por qué? Aquella chica tenía los ojos más hermosos que había llegado a ver.

Era una lástima que fuera una Canterlot.

______

—¡Llegamos! ¡Bienvenidas al campamento Everfree! —anunció aquella mujer de pelo oscuro al estacionarse.

Las chicas poco a poco comenzaron a salir.

—¡Hey! ¿Podrías fijarte por dónde caminas? —gruñó la pelimorada al chocar con la pelirroja.

La chica le miró de pies a cabeza.

—Claro. —respondió burlesca chocándole el hombro y haciendo que se tambaleara.

La pelimorada bufó molesta.

—Y pensar que estaré con alguien así en la misma habitación todo el campamento. —declaró para si misma— Tal vez sí era mejor estar con la campesina.

—Ni tanto. —escuchó detrás de ella— Sunset es bastante centrada, si no te metes con ella o con alguien más, podrás pasar el campamento tranquila. Quién sabe, tal vez hasta te termine agradando.

No puedes hablar en serio | Sunlight-Rarijack-Flutterdash |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora