.̫❀ 002 ; ❝Un "hogar", que no fue hogar❠ ✿ ❛kisanma❟

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Vulgar language, harassment, violence, abuse, depression, angst, schizophrenia, obsession and +

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Se paró frente a la puerta, viendo aquélla vacía habitación con totalmente tristeza y dolor. Seis años compartiendo ese espacio con el qué consideró y considera su único alfa, él único chico que supo hacer que su corazón sintiera cosas que jamás imaginó sentir alguna vez, el único el cual le daba la sensación de seguridad, o le brindó los días más felices de su vida aún teniendo en cuenta que todo para él ya sería una mierda.

Con Kisaki se permitía decir que se dejaba chantajear o manipular a disposición del menor, cuando lo necesitaba para que sus planes saliera a la par de la letra, él jamás cuestionó lo contrario o se negó a aceptar, por lo contrario, con el tal de verlo feliz y satisfecho, a Hanma le era suficiente.

Todavía recuerda con detalle cada cosa atroz que tuvo que hacer a conveniencia de Tetta Kisaki, cada cosa deplorable que hasta el día de hoy, de forma callada, lo atormenta día y noche. No había antidepresivo, pastilla o droga que pudiera detener la constante culpa que cargaba consigo desde hace mucho tiempo.

Él mató aquél niño, él lo dañó, destrozó a una familia inocente y después siguió con su vida como si nada hubiera pasado, aunque con la mente en la realidad todo lo que había sucedido le había otorgado el lecho de culpa todavía hasta el día de hoy.

¿Por qué fue que mató a un cachorro tan inocente?

Por amor y lealtad a Kisaki.

¿Por qué tuvo que ensuciarse con la esencia de otro alfa que no fuera el suyo?

Por el amor que le tenía a Kisaki.

¿Por qué fue que su cuerpo tuvo que soportar cargar con las marcas y los daños de otro? ¿Por qué aguantó los malos tratos y palizas de Manjiro cada vez es estaba enojado con su alfa?

¡Ah! Si... ¡Por el estúpido e irracional amor que le tenía al bastado de Kisaki Tetta!

¡Por eso hizo lo que hizo! ¡Por eso soportó abusos de diferentes personas! ¡Por él aguantó diversos castigos físicos que Manjiro le otorgó! ¡Por él tuvo dos putos miserables años encerrado en presión! ¡Por él asumió la culpa a un asesinato que no cometió! ¡Por él! ¡Y por un demonio que él!

¡¿Qué mierda fue lo que hizo mal para que este lo tratara tan horrible?!

Estuvo a su lado cuando nadie más lo hacía, lo apoyó, ayudó, cuidó e hizo hasta lo posible para protegerlo de cualquier peligro.

Una sonrisa amarga curvo sus labios mientras a los costados de su cara bajaban las lágrimas que estuvo retenidas desde que había llegado. El dolor que estaba sintiendo y el vacío enorme lo abrazaban por completo en aquél lugar.

Sólo pasó una semana, una semana desde la última vez que lo vio. Semana la cual renuncio a todo bajo el juramento y advertía/amenaza de no decir nada sobre lo que pasaba dentro la mafia Tokyo Manji, solo se había llevado sus cosas, vendió todo a un precio elevado, sus carísimas ropas de marca, sus muebles de más alto nivel y calidad, la casa que lo abrigo por años. Todo, todo lo vendió. Deseaba dejar este amargado recuerdo atrás, aunque era difícil, quería intentar olvidar empezar otra vez.

Deseaba una vida nueva, una en donde pueda disfrutar así como cuando era un adolescente mimado y caprichoso. Una donde se le de la gana de hacer lo que sea. Eso quería en esos momentos.

Bueno, más bien, fue lo que siempre quiso después de conocer lo que realmente era Kisaki en el fondo.

Por dios, los pensamiento tormentosos eran una mierda, hacía tres días que pidió nuevos medicamentos para su alteración ya que juraba ver a todas a aquellas personas que alguna vez lastimó de forma horrible.

Verlo a él entre ellas mientras le sonríe de forma sádica de modo en que entre sus manos mantiene una arma apuntándole justo a él.

Odia sentirse así, todavía se pregunta que pasó con aquél chico apasionado que solo se reía con burla y veía de forma silenciosa su alrededor, creyendo que las personas que se creían superior era simplemente patéticas y decepcionantes.

Aquél chico despreocupado sin dependencia a nada ni nadie, ese que no tenía nada en especial, pero destacaba de igual forma entre los demás.

¿Desde cuándo se volvió tan dependiente de Kisaki? De obtener su aprobación o mínimo de atención en cualquier cosa que hacía.

Todavía se sorprende de como reacción a la pedida de divorcio del menor, él jura que si no hubiera estado tan enojado con él ese día, le hubiera rogado hasta de rodillas con el tal de que no lo dejara. Es que era evidente.

No fue la primera vez que Kisaki le habló sobre la separación. Sin embargo, fue la primera en la que él le respondió de la misma forma en la cual el otro le preguntó.

Todavía lo amaba mucho. Mucho. Se preguntaba si su subida de peso también había sido causa de que el alfa lo cambiara.

Tampoco lo negaba, varías veces el menor le recalcó lo feo que se vería subido de peso, o cuando no se cuidaba lo suficiente o aplicaba maquillaje a sus marcas y cicatrices de peleas.

Pero, aunque todo eso fuera verdad, esta vez el no podía dejar pasar nada por alto.

Está gordo porque empezó a alimentarse más, de una forma sana el cual cuidara de su salud y la salud de su bebé. Por qué sí, Hanma hacía ya un mes y tres días que esperaba un bebé. Un bebé, un cachorro.

El cachorro que Kisaki siempre le habló de tener y que siguiera su legado.

Finalmente, después de mucho, al fin obtenía ese deseo que el menor tanto quería. Pero... ¿Por qué justo cuando más lo necesita se tuvo que ir sin pensar en él?

Hacía días antes había estado planeando una sorpresa la cuál consistía en hacerle saber de qué finalmente tendría alguien a quién cuando creciera, seguiría sus mismos pasos y triunfaría en el tope de la cima. Con ayuda de Takemichi, si el mismo hombre que fue su mayor contrincante y enemigo en el pasado, ese mismo fue quién lo estaba ayudando en todo.

Desde su cuidado hasta lo de la sorpresa. Y ahora, ni siquiera con él podía hablar ya que Manjiro le dejó en claro que tendría que si o si, acortar todo contacto con la Tokyo Manji si quería vivir tranquilo.

Nada últimamente lo favorecía y él tampoco sabía en qué había fallado en eso. Después de desahogarse, se limpió los rastros de lágrimas con su remera para finalmente abandonar aquél lugar.

Miró con detalle cada parte de la casa en silencio mientras se diría a la puerta principal, ya allí, detalló por última vez que antes solía ser su acogedora sala de estar llena de momentos bonitos que alguna vez vivió. Sonrió con angustia, abrió el manillar con lentitud y finalmente salió de la casa.

Con su sonrisa se acercó a la pareja de betas bien vestida que lo esperaban frente al inmenso jardín, sacó las llaves y se las dio.— Bienvenidos a su casa y ojalá disfruten mucho estar aquí.--, sinceró desde lo más profundo de su corazón.

Era una casa muy Bonita y la única la cual consiguió abrigarlo y hacerse sentir como un hogar.

Su hogar.









.̫❀ No te acepto, Luna ; ❝東京卍レベルアップ❠ ✿ ❛kisanma❟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora