.̫❀ No te acepto, Luna ; ❝東京卍レベルアップ❠ ✿ ❛kisanma❟

.̫❀ 012 ; ❝Secuetro❠ ✿ ❛kisanma❟

Vulgar language, harassment, violence, abuse, depression, angst, schizophrenia, obsession and +

---------------------------------

Horas antes del secuestro;;

La mirada del hombre de alta gama era fría, seria y calculadora, su expresión estaba entre la preocupación y la intranquilidad. Se notaba a kilómetros que las cosas para él no le estaban saliendo tan bien como él quería.

Manjiro Sano, supo en el momento que Hanma le pidió irse a vivir a ese lugar sin seguridad, que las cosas iban a ser muy complicadas.

Su mirada se desvío a la ventana del jet el cual volaba, a su lado, su esposa, Hinata, parecía estar totalmente alterada, además de inquieta y sobre todo, preocupada.

- ¡Dios Santo! ¡¿Cómo localizaron a, Hanma-kun?! -, su voz salió áspera, alta y con un toque de pánico, la chica no podía entender en que momento la cosas salieron mal... Fue ella misma la que se encargó de que la vida de su amigo y excompañero de trabajo fuera tranquila y pacífica en ese pequeño lugar abandonado de Japón. ¡¿Cómo es posible que el enemigo lo haya descubierto?!

Estaba demasiado nerviosa, sentía que en cualquier momento iba a explotar de rabia por todo, no era posible, para ella, no lo era.

Tachibana, después de unos minutos, escuchó a Manjiro maldecir, lo miró preguntando que estaba pasado, hasta que el pelinegro tinturado, lo soltó.

- Fue mi culpa... -, había dicho de forma baja y con un aire de enojo y frustración hacía si mismo.- ...Hanma, me había pedido que le prometiera que cuando se mudara, que no quería saber de guardaespaldas ni persona de protección porque no quería tener más nada que ver con la Tokyo Manji...

Mientras más se ahogaba en sus pensamientos y culpa, más molesto y frustrado parecía.

Tachibana, al escuchar eso, su mirada se ensanchó y sin poder creerlo, observó a su esposo.- ¡¿Qué hiciste, qué?!

- ¡Maldición! -, exclamó a los cuatro vientos, Sano, mientras le daba un golpe seco a la mesa frente a él y tiraba las bebidas lejos. Su sangre hervía cada vez más y su ira era más visible por las venas que comenzaban a marcarse en su piel.

Los demás, dieron un salto ante el repentino gesto de su líder. Hinata, por su parte, gruñó alto y se inclinó frente a Manjiro con evidente enfado.

- ¡¿Qué parte de que no lo dejaras sólo no entendiste?!

La alfa de cabello melocotón, recriminó para su esposo mientras dejaba caer su puño cerrado sobre la mesa. Su mirada era igual de molesta y filosa como la de Sano, la diferencia es que, la del más grande, tenían un sentimiento de culpa.

El silencio y el pesado ambiente tensó por completo la cabina del vehículo, los de seguridad, estaban allí por su una pelea de la pareja se desataba por lo tenso de todos, pero aún así, el indicios de pasar a mayores, jamás se dió.

Tachibana, suspiró se dejó caer en el sofá detrás de ella, de cara a cara con la de Sano.

- ¡¿Qué pensaste cuando lo dejaste solo, Manjiro?!

- No sé, yo... -, el alfa pelinegro sabía que decir, no tenía excusa y menos en algo tan grave.

Era su culpa, por no haber pensando mejor antes las cosas de aceptar el pedido de Hanma.

- No te diré nada más, porque sabes que si le pasa algo, el conflicto será mucho mayor. -. Hinata, sujetó la botella de licor y la empinó en su boca. Estaba estresada. - Esto, ya no es que solo involucre a Hanma, esto también involucra a toda la mafia.