"Desde hoy eres mío pequeña Hada, propiedad de Vante, pero para ti soy Kim Taehyung tu legítimo esposo mi tesoro"
Créditos a:
@Kitty_Ttiky13
Que es la autora original de esta obra.
Portada hecha por:
@jinsoog
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Había caído la noche, todos en el barco ya estaban dormidos, sacando un pequeño alambre de su cabeza e imitando la forma de una mini llave y guiando lo al candado oxidado hasta escuchar el "Click".
Abrió sigilosamente volando hacía la ventana, estaba cerrada y de igual manera con un candado. Mordió su labio rectificando las demás, teniendo su seguro, miró la puerta donde el capitán había entrado, suponiendo que era su habitación.
No podía pensar mucho, se estaba arriesgando. Alguien podría entrar buscando al Capitán y su huída del barco fracasará, no tenía opciones ni tampoco tiempo. Suspiró agarrando valor para entrar por debajo de la puerta volando hacia arriba, mas sin embargo la siguiente escena lo dejó estupefacto.
El hombre estaba sentado, recargado contra el marco de la cama. Desnudo, su mano se deslizaba por toda la erección y su cabeza echada hacia atras disfrutando de complacerse, sacando bajos gemidos con la voz sumamente ronca poniendo sus bellos de punta.
Sus ojos cayeron en esa parte, donde la luz de la luna permitía ver a más detalle más aparte la vela que se encontraba en la esquina del mueble.
Mordió su labio mirando con atención en la manera que lo apretaba, y sus escrotos masajeados. No hasta que apretó su glande, salpicando del esperma que dejó fluir, manchando su palma y parte de su vientre, con solo eso se imaginó tenerlo dentro permitiendo que se libere.
Pero todo aquello quedó hasta ahí cuando el capitán lo miró. Sintiendo el miedo para voltearse y volar, olvidando que la puerta estaba cerrada chocando con la madera, cayendo desmayado. Aunque unas manos lo atraparon justo antes de tocar el suelo. Vante miró al Hada en su mano, la mano cubierta de semen, salió de su cuarto prendiendo la luz de mecha dándose cuenta que el candado estaba abierto.
-Maldición
Busco un algún lugar en el que no pudiera escapar, eligiendo un cajón del mueble. Abrió dejando el pequeño cuerpo acostado arriba de unas telas de oro. Pasando su dedo y quitar el cabello rubio que cubría su rostro, pasándolo por las curvas hasta sus piernas desnudas dando pequeños apretones en su traserito de bombón.
Pronto el Hada reaccionó soltando un largo suspiro y acurrucarse contra su dedo. Acarició el rostro que dormía con tranquilidad, sonriendo sin pensarlo, se agachó rozando su nariz para exhalar por pura curiosidad, estornudando por el exceso de brillo.
Mantequilla y Canela
Jamás había tocado a un Hada, por mas que el las vendía, ya que nunca le llamaron la atención. El sabía que eran mercancía, aunque tampoco le mostró interés. Y ahora que lo estaba haciendo, se sentía diferente, no era como tocar a un humano, era mas suave, el pelaje de un gato, así de suave.
Mordió su labio conteniendose por seguir admirando y tocando. Agarró otro pedazo de tela para cubrirlo y cerrarlo con llave.
-Maldito insecto
Con esas palabras regresó a su cuarto limpiando el desorden en su cama. Y en el piso habia polvo de Hada a lo que también limpió. Así desnudo lo fué a dejar y así desnudo se acostó.
Miró el techo llevando sus manos bajo su cabeza teniendo en mente al Hada. Suspiró para cerrar sus ojos y descansar.
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