Polvo de Hada(ADAPTACIÓN) VMIN

NUEVE

El Hada golpeaba el clavo con el martillo en la madera. El capitán Vante lo puso a reparar el barco, ayer después de tener sexo, había una tensión entre ambos, que evitan el contacto visual, algunas veces se topaban y la solución era ignorarse con un claro sonrojo.

Más por el capitán que se dejó llevar por el momento recordando la frase que le dijo mientras tenían coito. No tenía la valentía de enfrentarlo y necesitaba ponerlo a trabajar, así que mando a uno de sus hombres con el recado.

—Listo —Murmuró acomodando sus manos en la cintura. Le hacía más facilidad al tener muchas herramientas que en su hogar estaba construyendo para las cosas que creaba. Parpadeo rápido al escuchar la voz de su capitán y sonrió travieso.

Estaba en el suelo de rodillas. A propósito se agachó tomando otro clavo y golpearlo, tiene que estar asegurado porqué si no, alguien podría lastimarse lo alzó de más su propio vestido para dejar más al descubierto su ropa interior.

Vante caminaba con un mapa entre las manos hasta escuchar el sonido, bajando la hoja y apreciar el culo del Hada, alzado canteándose de un lado hacia otro. Trago pesado recordando lo sucedió de anoche, tosió falsamente pasando a un lado suyo y entrar a su oficina.

Jimin se levantó pateando el suelo, demostrando la molestia.

Ese Capitán será nuevamente suyo, de sus labios el mismo lo dijo. Pero le molestaba que no le hiciera caso, y desde ahora se va a proponer a tentarlo para que se lo haga en su cama. Porque ahora la cama es de ambos, técnicamente no duerme con él, pero pronto.

Así que manos a la obra. Se transformó en miniatura para entrar por la pequeña puertita que fue construida especial para el, volando hasta el cajón donde estaba cerrado, así que miró al capitán suya que estaba en la otra mesa con un gran mapa grande extendido.

—Capitán

Vante mordió su labio inferior, haciéndose oídos sordos. De vuelta ser llamado, suspiro para girarse.

—¿Que sucede? Estoy ocupado.

El hada llevó sus manos a su espada para hablar.

—Necesito que habrá el cajón, ahí adentro tiene cosas que me ayudan a mis usos personales. —Explico con pausades mientras lo miraba con una hermosa sonrisa.

—¿Cuál? —Camino hasta el Hada.

—¡Este, este! —Atinó con su deditos el cajón efusivamente.

Una vez abierto descaradamente se metió dejado su traserito en el borde del cajón, mirando las cosas que tenía. Vante agarró con fuerza su pantalón, esa maldita Hada estaba en una posición tentadora, todo lo ve con dobles intenciones cuando claramente le había arrebatado su inocencia y otra cosa.

Solucionando con darle un empuje con su dedo haciéndolo meter y cerrar el cajón. Asunto arreglado.

Mientras tanto, Jimin..