Mi nueva vida

Capítulo 10: La Natural

Han pasado tres semanas desde que soy el guardián de Alexa y un doble espía de riesgo. No he descubierto mucho, de hecho, no he descubierto nada. Hoy la Directora me cito para ver mis avances, se decepcionara cuando le diga esto.

Ayer pensé en observar a Alexa mientras dormía, por medio de la IPad que nos dan para vigilar mejor a nuestros brujos, no la vi mucho ya que al cabo de unos instantes la pantalla hizo corto circuito, después de un tiempo volvió a la normalidad, sin embargo no volví a usarla por temor a que la hubiera averiado.

Entro en la sala, la Directora se encuentra sentada en su escritorio tan impecable como siempre, con su típica mirada penetrante, 1.58m de pura firmeza y control. Estoy nervioso. Sin dejarla siquiera saludar, de mi boca empezó a brotar una explicación sobre el disfuncionamiento del aparato mágico. Las palabras que emanaban de mi boca parecían lejanas, como si fueran pronunciadas por una persona distante. Al término de ello. La mujer enfrente de mí que, hasta ese momento, permanecía en silencio, hablo:

-No esta averiada Eddie, tranquilízate, pero lo que pasa no es mucho mejor. Cuando un IPad muestra esas fallas, es debido a alguna alteración en la dimensión del lugar en pantalla. En otras palabras, Alexa creo una disfunción dimensional para anular el dispositivo por unos segundos, los suficiente para lanzar un conjuro, si lo que me comentas es correcto y siguió en la misma posición, asumo que fue un hechizo duplicador. Ya que el satélite deja de funcionar y encuentra a los brujos por búsqueda facial, el clon puede reemplazar a Alexa dejando a la verdadera fuera del radar.

-Eso significa...

-Quiere decir que mis sospechas son ciertas.

No necesito decir nada más para que pudiera entender a qué se refería. Alexa era malvada. Una gota de decepción se siente en mi corazón. Yo tenía la esperanza. Pero no, ahora tendré que mantenerme alerta.

-Creí, por un momento, que habría cambiado, no sé porque, solo creí...

-Eddie, aunque quisiera, Alexa jamás sería una bruja buena, su naturaleza es así.

-Ella no podría ser así. No. No podría...- a medida que lo decía, ni yo mismo podía creerme. Es mala siempre lo ha sido.

-No pensaba decírtelo pero si está planeando algo necesitas saber a lo que te enfrentas. Alexa es La Natural.

-¿Que...?- no acabo de formular la pregunta, la Directora me hace un gesto de silencio mientras procede con el relato.

-Desde los tiempos antiguos ha existido La Natural, una bruja de poderes excepcionales capaces de superar los de cualquier otra. Aquellas se consideraban diosas, poseedoras de un gran don dado por los dioses. Se convirtieron en sanadoras, ayudantes de la comunidad, pero no por mucho. Era demasiado poder para una sola persona, y era un gran esfuerzo seguir con los humildes propósitos cuando podían aspirar cada vez a más y más. Consumidas por la avaricia, destruyeron ciudades, incendiaron bosques, trajeron sequias e inundaciones al mundo, sin nadie capaz de detenerlas. Se optó por privarlas de aquellas capacidades, cuando se empezaran a detectar síntomas de maldad. Pero, al pasar los años, cada vez nacían más listas que su sucesora, haciendo que se aumentaran las prevenciones.

"Y así llegamos a Alexa, desde temprana edad sabía lo que era, aunque nunca le gusto esa parte suya, pero Shelby junto con sus amigas trajeron al monstruo que dentro suyo aguardaba a ser liberado. Aprovechándose de su inocente apariencia, encontró la cuartada perfecta, adquiriendo todos los posibles conocimientos sobre magia oscura que podía permitirse, adoptando su postura de la mejor estudiante de la escuela paso desapercibida para el resto del Consejo pero no para mí. Me la había pasado semana tras semana, consiguiendo la suficiente evidencia para convencerlos de que le arrebatáramos sus poderes y se los diéramos a su hermana, que sin la maldición haría buen uso de ellos. Cuando logre conseguirlas, se las ingenió para ser expulsada y desaparecer, evitando así perder sus poderes, que tanto anhela."