Capítulo cincuenta

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 𝐆𝐈𝐎𝐕𝐀𝐍𝐍𝐀

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𝐆𝐈𝐎𝐕𝐀𝐍𝐍𝐀

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[EDITADO]

Suspiro algo cansada como hace unas semanas, decido recostarme en la cama para descansar un poco después de un día agotador, soy abrazada por Abdel que desde hace rato estaba en la cama con su tableta. Trabaja desde casa a partir de ahora, ya que no quiere dejarme sola en estas condiciones.

Son tres cachorros, por lo que se mantiene a mi lado, aunque no puedo descifrar bien lo que sucede por su mente. Quisiera saber por qué su comportamiento serio cada vez que Aiden aparece en la casa.

Acaricia mi espalda y lo miro lentamente, sus ojos verdosos me miran dejándome ver cada una de sus emociones claras. Noto mucho en él su mirada intensa, después de eso, pasa su mirada a mi vientre, uno que ha permanecido bien abrigado por las fuertes temperaturas. Aunque en este momento me había puesto un conjunto de lencería muy hermoso que hace notar mi vientre, uno comprado por Ivanna.

— Te ves demasiado tierna conejita enojona. — Besa mi mejilla. — No quiero que mi calabaza dulce esté enojada conmigo. — Agarra mi mentón con su mano.

Atrae mi mirada de vuelta a él mientras observa mis mejillas que están sonrosadas, suspiro, dejando a un lado mi leve enojo por mi misma, ya que me sentía mal al desconfiar de mi Alpha.

— Solo tenía miedo y estaba enojada conmigo misma, no contigo Alpha.

— Aquel miedo que sientes puede ser por lo ocurrido con tus tíos, pero debes de tener en cuenta que ese doctor no tuvo nada que ver.

Niego sin prestarle atención.

— Ellos pudieron salvarlos, pero no lo hicieron, son malos. — Paso mis manos por su espalda abrazándolo.

Hago un puchero e inclina su rostro para poder besar mis labios, me distrae haciendo que me concentre en las caricias que da a mi espalda.

Me pone nerviosa sabiendo que eso solo hace que mi colita salga, niego cansada por estar todo el día caminando en el hospital, Abdel suspira renegando haciendo una rabieta algo graciosa. Me mira tiernamente siendo una de las diez veces que lo he visto hacer esa mirada.

Sonrió besándolo, toca aquel defecto y con lentitud me hace suspirar por lo bien que eso se siente en este preciso momento, es tan relajante sentir como acaricia mi parte defectuosa quitando los dolores en mi vientre.

Se pone encima de mí deshaciéndose del listón que cierra un poco la tela sobre el vientre, es como una bata de encaje demasiado suave para mi piel. Abdel besa cada centímetro de mi vientre abultado haciéndome cosquillas.

Acaricia mis senos que se encontraban delicados, unos que han doblado su tamaño desde hace semanas, creo es por el embarazo, sonríe besando mis labios sin dejar de amasar mis senos.

Mi dulce de melocotón 🍑; Libro 1 [Ver. extendida en proceso] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora