capitulo 24

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La vista nublada y mi corazón a mil, mi cuerpo inmóvil y con fricción en mis muñecas y pies, mis ojos cubiertos y sin dejar ver nada....

- Pero que preciosa muñeca - una persona se deja escuchar, un hombre exactamente, su voz ronca y demasiado gruesa, de seguro supera los 45 años - Eres tan preciosa -

- ¿Dónde estoy? - es lo primero que me sale al hablar

- Donde no te encontrarán y vivirás una nueva vida muñeca - Siento que se hacerca a mi, toma mi barbilla y me hace alzar mi cabeza - Más te vale no meternos en problemas, o verás las consecuencias - siento si respiración a centímetros de mi boca, cuando

- ¡Aléjate de ella! - otra voz masculina se hace presente en la habitación, en la fría habitación - No quiero problemas por tu maldita calentura - siento como lo aleja de mi y este se sienta delante mío

- No tienes pinta de hacer lo que hiciste -

- ¿Hacer que? - pregunté confundida, ahora no entendía nada, no he echo nada para hacer que alguien me secuestre.

- vamos, si tú le ...

- Cállate! - hablo el mismo chico que hizo que el otro se alejara de mi - Ella debe de saber, pero sigo con que no tienes la pinta -

- Hasta la cara más angelical puede ser el mismo diablo Roth - Roth, ese era el nombre del chico

- Eres un completo idiota - Roth responde con enojo...

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Aidan..

La preocupación en el rostro del chico se hacía notar, llamadas a todos lados y lleno de enojo y frustración al no poder saber nada de t/n, temia de que algo le pasará a la joven chica..

- ¿Sigues ahí? - entra Sofía con una copa de vino tinto en sus manos, caminaba de forma sensual haciendo lucir su vestido color carmesí.

- ¿Que pasa Sofía? - pregunta el chico sin nada de interés

- Saldré de la ciudad, Necesito un despejó de todo esto - Besa al chico a lo cual el no corresponde

- ¿Y las niñas? -

- Las niñas se quedarán con Tigo y punto Aidan, no quiero discutir, ahora sí, iré a empacar - está sale del despacho y el chico sigue con lo antes iniciado.

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Sofía

- Iré para allá - cuelga el teléfono y carga la maleta a la entrada.

Sofía era de esas hermosas mujeres, aquellas de rostro angelical y mirada cautivadora, ella era perfecta.
Ella podría ser la adicción de todo hombre y sin duda la mejor.
Llega al aeropuerto, sube al avión y está emprende camino.

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- ¿Vas a comer? - pregunta Roth enojado

- No tengo hambre.

- Dejala Roth, si ella no tiene hambre no tienes por qué forzarla - Siento como su respiración de aleja de mi.

- Bien, puedes morirte de hambre si quieres -

Honestamente no tenía hambre, quien carajos en este tipo de situaciones piensa en comer, yo no....
Intentaba soltarme, intente algo, le daba  medias vueltas a mi muñeca, y jale, en ese momento logré sacarla

- Bien, ayudame - Escucho a Roth hablar y estos se acercan a mi - Bien princesa, hora de que veas al mundo - Jala de la venda y tardo en recuperar la vista.

Era todo viejo, muebles cubiertos con sábanas blancas y plástico, telarañas y el piso empolvado, mi mirada se dirguo al chico, era alto, esbelto y de cabello rubio, estaba segura de que ese tipo era Roth

- Eres tan...

- Silencio - tal como dije, era Roth y dirijo mi mirada al otro lado de la habitación, estaba el otro hombre, cabello oscuro, alto y también esbelto.

- Vamos, tienes que vestirte y atenderte - este jala de mi y me saca de la habitación, recorriendo grandes y buenos pasillos de madera, en las paredes fotos viejas y desgastadas, llegamos a la puerta, una puerta de madera desgastada, habré la puerta dejando ver un baño banco y limpio, estaba limpio.

- Tienes solo 10 minutos - cierra la puerta detrás de mi y yo aprovecho para hacer mis necesidades, me miró al espejo y noto lo demacrado.
Veo a todos lados, hasta que veo una ventanilla, abro la regadera dejando escuchar las gotas caer y empiezo a subir en el inodoro, llegó al alcance de la ventana y intento abrirla, paso el seguro y está se logra abrir.

- cinco minutos! - escucho que gritan tras la puerta

Saco mi cabeza y después mi manos, y así poco a poco mi cuerpo, dejó caer, y quedó en el suelo, sin duda me levanto y sacudí mi ropa, y empiezo  a correr, no sabía a qué rumbo me dirigió, era bosque y más bosque, eran como las 5 de la tarde, solo seguía corriendo, sentía pisadas detrás de mi, mi corazón estaba que se salía de mi pecho, mi respiración era un desastre, mis piernas al correr las sentía entumecidas, temía que me fallaran, estaba ahogada, deseaba encontrar un carro, una carretera o algo donde yo pudiera escapar, tenia miedo, y mucho.......
Mi corazón latía y mis piernas estabas que fallaban, llegué al punto de ver la carreta, salí corriendo hacia ella.
Me quedé ahí y con desespero deseaba que un auto pasará, mi desesperación aceleró cuando escuché a Roth gritar, y justo en ese momento un auto de color negro se acerca, hago señas de que pare y este lo hace, abro la puerta y se trata de una joven chica.

- ¿Estás bien? - está chica me apoya para subirme al auto, prende el motor y comenzamos en camino.

- Puedo saber dónde estamos? - pregunto queriendo localizarme

- Estás en Texas - ella sigue con su mirada al frente, como fue que pase de estar en los Ángeles a Texas.

- Llévame a la policía más cerca por favor y rápido - Ella me mira decidida y acelera el paso.

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PADRE SOLTERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora