Sorpresas (Lumity)

Capítulo 6. Uno tú, uno yo

Luz no puede aguantar la risa un segundo más.

Con el labio levantado y el ceño fruncido, Amity observa la enorme lista de nombres enviada por su madre.

—Esto tiene que ser una broma... —Amity deja el papel sobre la mesa, se cruza de brazos y lanza una mirada cansada hacia su esposa—. No te rías, no tiene gracia.

—Pero es que tu cara.

—¿Qué tiene mi cara?

Luz se acerca a su esposa, rodeándola por la cintura.

—Tu cara tiene unos ojos preciosos, unas mejillas hermosas, unos labios perfectos —Luz toma a su esposa por la barbilla—. Pero no puedo aguantar la expresión que haces cuando te enojas.

—Boba, pensé que dirías algo romántico.

—Te amo mi vida, mi esposa preciosa, futura madre de mis hijos, sin ti no existiría la magia que hace vibrar mi frágil corazón humano.

—Ya, suficiente, Romeo —Amity se aleja con una pequeña sonrisa en su rostro—. Pero en serio, tienes que ver esto.

Luz recoge la lista.

—Están... ¿Por orden alfabético?

—Y eso no es todo, también combinan las iniciales. Se supone que no puedo escoger un nombre si no coincide con el otro. Como Edric y Emira, cuyos nombres comienzan ambos con la letra "E"

—Pero todavía no sabemos si serán dos niños, o dos niñas, o niño o niña. Bueno, ellos podrán decidirlo en un futuro. Pero aún es muy pronto para escoger sus nombres.

—Eso es lo que le dije.

—Por tu carita puedo ver qué no quedó conforme.

—Por supuesto que no, dijo que sería la abuela más infeliz del mundo si yo decidía otros nombres y que si no escogía pronto ella empezará a llamarlos como se le diera la gana.

Luz ríe nuevamente, está vez con más fuerza, hasta que su estómago duele. El ceño fruncido de Amity comienza a incrementarse, estando a un paso de convertirse en una señal de enojo.

—Lo siento, perdón —Luz se afirma el estómago—. No puedo creer que piense que todavía tiene alguna clase de influencia en ti. Debo admitir que tu madre es la persona más perseverante que he conocido.

—¿Perseverante? Más bien insufriblemente insistente.

—Mi bonita. No te amargues, solo ignoremos sus sugerencias, como lo hemos hecho todos estos años.

Las palabras no parecen funcionar para calmar el ánimo de su esposa, así que Luz decide que es tiempo de hacer algo más, corporal... Comienza eliminando el espacio entre ellas, moviendo el cabello de Amity hacia un lado para dejar un rastro de besos suaves y tiernos. Su esposa acepta sus afectos, sin embargo, no parece muy enfocada en lo que Luz está tratando de hacer.

—Supongo que deberíamos hacer nuestra propia lista de nombres. —interrumpe Amity alejándose unos centímetros.

—¿No es que era demasiado pronto?

—Si, pero si hacemos nuestra propia lista, la próxima vez que la veamos le diremos que la decisión ya está tomada. —Amity suelta un largo suspiro—. Y que no aceptaremos sus sugerencias.

Luz se queda en silencio durante un segundo. Todo este tiempo busco la oportunidad indicada para hablar de este tema sin ser absolutamente rechazada.

—Si es lo que quieres, tienes todo mi apoyo —Luz saca un arrugado papel de su bolsillo—. Además... estaba esperando a que dijeras eso. Pero no quería presionar.