— ¡No lo encuentro!
El grito desesperado volvió a resonar en toda la sala. Mantener la calma nunca fue su punto fuerte.
— Tranquilo, ya lo vamos a encontrar.
Mikey buscaba por todos lados, había levantado cada piedra y puesto su casa patas para arriba, pero seguía sin encontrarlo. Su preciado peluche con forma de taiyaki era aquel objeto perdido.
— ¿Seguro que no recuerdas dónde lo dejaste? — preguntó una vez más el peli negro.
— ¡No, lo busqué en todos los lugares que lo pude haber dejado! — respondió angustiado.
— Con lo despitado que eres, quién sabe dónde estará. No lo vamos a encontrar nunca, es solo un tonto peluche, supéralo — dijo cansado de tener que ayudar a su hermano con su problema, además en contra de su voluntad.
— ¡Sí es importante Izana! ¡Ese peluche me lo regaló Kenchin en nuestra primera cita, no puedo perderlo!
— Todavía no puedo creer que salga con alguien tan infantil como tú — se cruzó de brazos.
— Claro, ¡como si tu fueras mejor que yo! — habló enojado.
— ¡Claro que lo soy! ¡Ser tu pareja es lo mismo que tener que cuidar a un niño que lo único que quiere es que le cumplan sus caprichos!
— ¡Y tú! ¡Eres un egocéntrico que solo se preocupa por si mismo, que ni siquiera es capaz de darle un regalo a su novio a cambio de las miles de cosas que él te ha dado a ti! ¡A mí me sorprende que Kakucho no te haya dejado! — lo señaló molesto al peli blanco.
— ¿¡Qué dijiste!? — se podía notar como la vena se marcaba en su frente, acercándose al otro para golpearlo en cualquier momento e iniciar una pelea.
— Ya dejen de discutir — los separó Shinichiro con un brazo a cada uno — Así nunca lo encontraremos.
— ¿Ahora qué hago?, no quiero que Kenchin se enoje conmigo — expresó con tristeza.
— ¿Y por qué no le preguntas?
Todos llevaron su mirada a Emma que al fin había hablado. Esta pintaba sus uñas de lo más tranquila en el sillón, acostumbrada al griterío de sus hermanos.
— ¿De qué hablas?
— Ayer te quedaste a dormir en lo de Draken, ¿no? ¿No se te ocurrió preguntarle si lo dejaste allí? — dijo con obviedad, concentrada en el pincel de su esmalte para no mancharse.
— Pero así sabrá que lo perdí y no quiero que se enoje...
— Mikey, en todos estos años que conocí a Draken, nunca podría enorjarse contigo, tendrías que mandarte una estupidez realmente grande para que eso pasara.
— Emma tiene razón, lo mejor es que le preguntes — finalizó el mayor.
— Está bien... — respondió resignado.
Subió las escaleras hacia su habitación algo nervioso, para tomar su teléfono y mandarle un mensaje a aquel número que tenía agregado a su lista de favoritos.
Kenchin ♡ :
Kenchin...
¿Qué sucede?
No te molestes.
¿Qué?
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Sᴡᴇᴇᴛ ᴍᴏᴍᴇɴᴛs | Dʀᴀᴋᴇʏ
FanfictionDɪғᴇʀᴇɴᴛᴇs ᴍᴏᴍᴇɴᴛᴏs ᴅᴇ ᴇsᴛᴏs ᴅᴏs ᴛᴏɴᴛᴏs ᴇɴᴀᴍᴏʀᴀᴅᴏs...♡ •°. Dʀᴀᴋᴇʏ •°. Dʀᴀᴋᴇɴ ; Tᴏᴘ | Mɪᴋᴇʏ ; Bᴏᴛᴛᴏᴍ •°. Esᴛᴀ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ ᴇs ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀᴍᴇɴᴛᴇ ᴍɪ́ᴀ. •°. Nᴏ sɪɢᴜᴇ ʟᴀ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ ᴅᴇʟ ᴍᴀɴɢᴀ/ᴀɴɪᴍᴇ. •°. Mᴇɴᴄɪᴏɴᴇs sᴏʙʀᴇ ᴏᴛʀᴏs sʜɪᴘs. •°. Nᴏ sᴇ ᴘᴇʀᴍɪᴛᴇ ʜᴀᴄᴇʀ ᴛʀᴀᴅᴜᴄᴄɪᴏ...