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-Las habitaciones de los chicos de nuevo ingreso están listas, pero...el último chico que nombraste, ¿por qué no lo agrupaste con los otros omegas?
Preguntó Norman, mientras veía a a su amiga buscar frenéticamente entre todos los documentos la lista de los nuevos alumnos.

Los dos Alphas se encontraban en el pasillo de las habitaciones, observando cuidadosamente las últimas habitaciones que estaban ordenando para los nuevos alumnos.

-U-uhg...¡Aquí! Oh, el último...¡Ray Grace! Bueno...no especifica mucho, sólo dice que lo agrupemos solo.

-Oh, bueno está bien. Ese es todo el trabajo por hoy entonces.
Dijo, pero luego detrás del chico apareció una Omega de baja estatura y cabello verde.

-Precidente, los de nuevo ingreso están llegando, y el escenario ya está listo para la ceremonia de bienvenida.
Dijo con una amable sonrisa mientras su mirada se dirigía a Emma.

-¡Oh! Eso se ve pesado, déjame ayudarte.
La Omega se acercó a la joven Alpha tomando algunos papeles, mientras la pelirroja la miraba atentamente, apretando algunas copias para disimular su nerviosismo al tener tan cerca a la Omega.

-bueno, vayamos al escenario, llegar tarde les dará una pésima impresión.
Sonreía Norman mientras comenzaba a caminar algo apurado hasta el ascensor junto a sus dos acompañantes.

Norman, Emma y Gilda caminaban por el instituto, hasta llegar al gimnasio donde se encontraban reunidos los nuevos alumnos y los del año anterior.

-Emma, deja los papeles en la sala de profesores, me quedaré aquí para dar el discurso.

Emma se fue a la sala, acompañada por Gilda, la Omega de quien estaba enamorada mientras que Norman subía al escenario y tomaba el micrófono.

-Hola a todos y bienvenidos a la institución de Lambda, soy Norman el presidente del consejo estudiantil y el compañero de clases para algunos. Pensamos en Lambda como un instituto privado mixto para Alphas, Omegas y Betas donde los tres puedan convivir pacíficamente. Son bienvenidos, todos y cada uno de ustedes. Les estaré dando las llaves de sus habitaciones en breve, pueden pasar a ellas para acomodarse, están abiertas, ¡mucho gusto a todos!

El albino bajó del escenario luego de recibir aplausos por su discurso. Estaba nervioso, si, pero debía disimularlo si quería ser un buen líder, las personas necesitan alguien firme, alguien amable y que les transmita seguridad. Norman quería ser ese alguien.

Un azabache caminaba molesto hasta la que sería su nueva habitación, acompañado de su amiga rubia igual de molesta

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Un azabache caminaba molesto hasta la que sería su nueva habitación, acompañado de su amiga rubia igual de molesta.

-Es injusto que no me pongan contigo, ese conejo blanco se la pasó hablando de igualdad y convivencia, puras mentiras.
El azabache abrió la puerta, soltando sus feromonas descontroladamente mientras se recostaba en su nueva habitación, y su amiga se recargaba en la pared.

Marcado...¿por un omega? || Norray. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora