xi. Un desconocido descanso.
Rosas rojas, que
al final me
acompañaran, en
el posible eterno
descanso presentes
estarán.Alma perezosa,
luchando por
persistir, cansada
esta, ya no aguanta
más.Ecos de gritos,
unos de suplica, la
muerte como escape
final, y destino a
alcanzar.
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ETERNA AGONÍA.
PoesiaUn alma que después de todo no era tan pura, quizás se merecía tanta desdicha. © monlare sin corregir, teminada. esc. 08/21, pub. 05/22