xxii. Lágrimas de pecados.
Alma resignada
a morir en silencio,
que profana en
contra de la
fuente sagrada.
Lágrimas de
demonios son su
único alimento,
son solo migajas
de lo que alguna
vez fue.
Ella, la dichosa
que comía y bebía
entre ángeles,
ahora la han
orillado a ser
osada.
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ETERNA AGONÍA.
PoesiaUn alma que después de todo no era tan pura, quizás se merecía tanta desdicha. © monlare sin corregir, teminada. esc. 08/21, pub. 05/22
