Cuando el líder de la secta Nie le encomendó ir a Los Recesos de las Nubes para avisar que definitivamente ellos serían los siguientes blancos de los Wen (a pesar de estar cargado de un extraño optimismo), sabía que no debía confiarse demasiado con llegar a tiempo, y aún así, vislumbrar las enormes nubes de humo a pesar de estar todavía bastante lejos, le hizo que se le encogiera el corazón.
Ya no era una posibilidad peligrosa el ataque, al que podía ahogar medianamente con optimismo; había llegado tarde. Los Receso de las Nubes ya estaban siendo atacados.
Ignoró lo rápido que comenzó a latir su corazón debido a la angustia repentina y siguió caminando, ahora con más cautela que antes, ocultando con todas sus fuerzas su aroma para evitar llamar la atención de nadie que también estuviera rondando por donde pasara. Inconscientemente tomó su muñeca vendada, donde en algún momento había estado su marca de casta. Cada vez que escuchaba algún ruido extraño paraba su recorrido y se ocultaba lo mejor que podía entre los arbustos, su ropa le ayudaba mucho a la causa (que definitivamente no eran túnicas Nie porque eso no ayudaría a evitar que lo descubrieran o lo tomaran).
Todavía bastante lejos de Los Recesos de las Nubes, pero ya dentro del territorio de Gusu Lan, los ruidos de lucha llegaron mucho antes de lo que podía huír de forma segura; grande fue su sorpresa al ver que era el Primer Jade de Lan defendiéndose de los varios soldados Wen que estaban tras él. El hombre pronto se vio acorralado y tuvo que girar para atacar a todos a la vez; a pesar de que se veía terriblemente cansado y su túnica estaba peligrosamente llena de sangre (también favorecía su brazo izquierdo sobre el derecho) logró acabar con la mayoría de forma rápida.
Lan Xichen respiró pesadamente, sus piernas cedieron ante el cansancio y dolor, recargó su frente y peso sólamente en la vaina de su espada. No logró ver al hombre Wen detrás de él que se acercaba peligrosamente, pero Meng Yao sí lo hizo, quitó el palillo de su postizo y lo lanzó con precisión a su cuello (Meng Yao en realidad no tenía buena puntería, aunque, si se cuestionaba la funcionalidad sobre que en realidad su objetivo era la frente del soldado, entonces no importaba demasiado).
El alfa volvió a sus sentidos cuando vio a un pequeño joven salir detrás de un arbusto, sólo para lanzar algo a un soldado Wen que no había notado, y con eso se puso de pie, porque aunque le había salvado la vida, no podía creer ciegamente en la amabilidad de un extraño cuando su secta seguía seguramente en medio de un ataque y los hombres de Wen Ruohan estaban tras su cabeza.
Meng Yao mantenía las manos en alto, su cabello completamente suelto ya que su postizo había caído y el palillo seguía atorado en la garganta de alguien, 一Zewu-jun, no ataque por favor, vengo en nombre de Nie-zhongzhu, después del ataque a Reino Inmundo me pidió que viniera a los Recesos de las Nubes sobre que los Wen tenían planeado también un ataque para ustedes, pero llegué tarde. 一Al sentir que estaban solos, lentamente, casi imperceptiblemente, dejó salir un poco de su aroma para que Lan Xichen dejara de verlo como si quisiera gruñirle si se intentara mover demasiado rápido (egoístamente también quería saberse reconocido, incluso si su única interacción había durado menos que media varita de incienso).
El alfa entrecerró los ojos en su dirección, pero relajó su postura. El omega tomó su postizo del suelo para meterlo en una de sus mangas y fue por el palillo, todo frente a la atenta mirada de Lan Xichen.
一¿Cuál es tu nombre? 一logró preguntar Lan Xichen antes de que se acercara lo suficiente a él.
一Este es Meng Yao, consejero de Nie Mingjue. 一se presentó con una reverencia 一Como dije, había venido a advertirles del ataque, ahora es demasiado tarde. Ninguno de nosotros está en poder de hacer algo más que ponernos a salvo, por favor, déjeme llevarlo a un lugar más seguro 一de no ser porque Meng Yao era lo suficientemente bueno tomando el control en situaciones extremas, estaría temblando como una hoja obstinada a no ser arrancada en pleno otoño. Probablemente no lo parecía.
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Lay all your love on me [WX]
FanfictionWei Wuxian nunca tuvo alguna marca que demostrara que sería otra cosa que un beta; hasta que comenzó a desprender un aroma de un día a otro. Sin embargo, nadie puede prestar demasiada atención a este hecho porque la secta Wen se está volviendo un pe...