3. La primera charla, y un hot dog.

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Las luces de la pequeña sala de estar se encendieron, la puerta rechino y los incesantes golpes cesaron.

—¿Que demonios haces en mi casa, pobre infeliz? — Los susurros de su hermana se escuchaban muy fuertes en el silencio y la irritación en su vos era clara. No sabia quien estaba con su hermana, pero tenia una ligera idea.

—Bueno, yo vine a visitarte, ¿o es que no puedo? — La voz de un hombre confirmo que era el chico de prendas negras, y ojos azules, su vecino. Pero la pregunta que rondaba la rizada cabecita de Harry era ¿por que estaba en su casa el vecino?

—Me importa una mierda, largo de mi casa, mi hermano esta durmiendo y el puede escuchar que estas aquí y lo puedes despertar — Louis estaba de pie en la sala, cerca de la mesita de noche, observando como Gemma lo asesina con la mirada y observa hacia el obscuro pasillo, como si esperara a que saliera su dulce e inocente hermanito, o alguien mas.

—Yo solo te vine a decir hola — El también hablaba en susurros — Como sea, mañana deberás ir a los barrios bajos a entregar 10 kilos de coca — Una sonrisa de autosuficiencia se creo en su boca cuando una mueca deformo el bonito rostro jovial de la rubia, pero no tan bonito como el de su pequeño hermano.

—¡¿Y por que tanto?! — Gemma nunca llevaba tanta mercancía, nunca pasaba de 5 o 7 kilos, lo suficiente para pobres adictos que vendían sus riñones por un poco de cocaína. La rubia nunca pensó que tuviera que llevar tanto, pero por la sonrisa socarrona en la cara del de ojos azules, se debió dar una idea — Mi hermano no va a ser mula*, eso lo deje mas que claro cuando entre en esta mierda.

—No me importa, ni a mi padre le importa, solo entrega eso. La paga de ese trabajo sera buena — Louis dio la conversación por acabada, saliendo del pequeño hogar de los Styles, no sin antes :— Dile a tu hermanito que escuchar las conversaciones ajenas es de mala educación — Cerro la puerta. Gemma giro su cuerpo, hasta el oscuro pasillo, donde entre las sombras escondían a Harry.

—Harry... —Suspiro frustrada

***

La mañana siguiente en casa de los hermanos fue en silencio, Harry por culpa de haber escuchado la conversación de su hermana con su vecino, y Gemma por intentar buscar la forma de no meter a su hermano o que se ensucie lo menos posible, pero su jefe y su hijo bien podrían amenazarla con su hermana, y lo menos que quería era que lo lastimaran. Al final de todo tuvo que llevar a su hermano a los barrios bajos a entregar la coca, no tenia otra opción.

—Hazza — La voz de Gemma era suave y tenia una pequeña sonrisa. Harry levanto su cabeza del dibujo que estaba haciendo con sus ya peculiares crayolas.

—¿Si? — Pregunto con suavidad y temor, esperando que su hermana mayor no lo regañara.

—No te voy a regañar tontito — Harry y Gemma rieron, golpeando con suavidad la pálida mano de su hermano — Hazz, escucha, hoy tengo trabajo un poco lejos de aquí y no puedo dejarte solito, porque va a ser de noche y no puedo contrata a nadie — Gemma era muy sobre protectora — Me vas a acompañar esta noche. 

***

Harry esperaba en el mismo columpio que el día anterior, en el mismo parque de siempre, solo que esta vez , en lugar de irse a las seis o cinco se quedarían hasta mas tarde. El rizado no usaba sus crayolas, sino que esta vez dibujaba con lápiz, sus dibujos eran muy buenos con todo lo que los hiciera.

Al acabar con su bosquejo, sus mejillas se sonrojaron de solo ver el retrato, de su hermoso vecino de ojos azules y sedoso cabello castaño. Lo guardo con sumo cuidado en su mochila color azul brillante de gran tamaño.

Las siguientes horas, Harry estuvo completamente feliz, brincando, jugando, dibujando y corriendo por todo el parque hasta que llego el atardecer y su hora de irse. 

Como le dijo su hermana antes de llegar al parque usual, le entrego su mochila, y espero a que llegara por el. Esperaba que fueran en bus hasta el lugar al que debían ir, pero en lugar de esperar al enorme bus público, un gran automóvil color negro brillante y de modelo reciente. Al abrir la puerta del auto se encontraron con su vecino nuevo.

—Buenas tardes — Saludo de manera cortes a los dos muchachos que ingresaban al auto. Gemma le respondió con un asentimiento de cabeza, y el pequeño niño de rizos chocolate con un sonrojo y un "hola", le encantaba ver a ese niño, aunque su rostro ni voz lo demostraran —¿Traes donde guardar los paquetes? — Pregunto Louis una vez que el auto se comenzó a mover, la rubia mostró la mochila azul de mala gana, el castaño movió un gran bolso negro, lleno de los 10 kilos de mercancía. Movieron todo lo mas rápido que pudieron.El auto se detuvo con suavidad a pesar de que iba a una velocidad demasiado rápida — Bien, ya llegamos — Harry observó por la ventana el lugar, que sin duda se veía muy deprimente y poco seguro según su albedrío. Con la tibia mano de su hermana bajo del auto, al igual que su vecino, quien no sabia porque estaba ahí. Avanzaron hasta un pequeño puestecillo de comida rápida callejero, donde Gemma le compro a Harry un hot dog para que comiera algo y no se desmayara.

—Ten, supongo que tu te vas a quedar aquí afuera, ¿no Louis? — Le entrego el hot dog a su hermano. Louis asintió, cruzando sus brazos sobre su pecho.

—Bueno, te veré en un rato hermanito, no tardare mucho — Le dio un beso en la frente y se marcho con la pesada mochila rumbo a la casa mas grande de toda la redonda.

Louis se alejo un poco del rizado para hacer una llamada rápida a su padre, diciendo que el paquete fue entregado. La llamada no duro mas de unos dos o tres minutos. Luego se acerco nuevamente al pequeño niño de ojos verdes.

Harry comía su hot dog, estaba muy rico, pero no lo podía comer bien si Louis lo observaba sin disimulo alguno, aunque sus gafas ocultaran un poco. El rizado por educación ofreció el hot dog al castaño.

—¿Quieres? — Dijo Harry, alzando el pequeño paquete. Louis tenia un poco de hambre, así que le arrebato de las largas y frágiles manos la pequeña comida de forma brusca y descortés. Acabando casi con la pequeña cena del rizado.

—Gracias — Le regreso el hot dog, y Harry se comió lo que restaba, que no era mucho, pero en fin, el rizado no dijo nada, estaba feliz, emocionado y nervioso por tener al castaño a su lado, a pesar de solo haberlo visto ayer. Se estaba emocionando demasiado, y también se estaba haciendo ilusiones con el castaño, y solo había pasado un día, pero eso no le importaba por el momento, ya había compartido una conversación con el y un hot dog, que fue suficiente para Harry...


Fin del tercer cap. el mas largo hasta ahora, dedicado a las chicas que comentaron en el cap. anterior, voten y comenten, gracias, x.

Crayolas.- L.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora