Capítulo 6

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Me desperté y me bajo no si antes de dale un beso, empiezo cocinar mientras escuchó música. Termino de cocinar y voy por platos y la mesa para desayunar en la cama. Estoy subiendo pero me detengo al escuchar una voz y voy tan rápido cuidando que no se me caiga nada y llego al cuarto.

¿Dónde estabas? – me pregunta sentada y triste.

Estaba en la cocina – dejo a un lado la mesa y me acerco a ella para abrazarla.

¿Qué hiciste de desayunar? – me pregunta mientras nos abrazamos.

Huevito con salchicha – le digo mientras me separo y voy por la mesa.

Empieza a comer y yo la miro, me gustan estas cosas, observar todo su cara, ver eso ojos cafés que me pierdo en ellos por horas. Me quedo un rato mirándola hasta el punto que allá terminado de desayunar.

Nos fuimos a la prepa y nos vamos a nuestras clases, ya en la última clase recibo un mensaje de mi papá.

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Papá: hija tenemos que hablar.

Yo: después de las clases.

Papá: está bien, te esperamos a las 2.

Se termina la clase y me voy a comprar comida, hoy voy sola Meli se fue con Diana hacer un trabajo en su casa. Llego a la casa de mis papás y entro, me voy donde están ellos.

Hija, ya deja este capricho – me dice mi mamá algo molesta.

No es un capricho mamá – le digo – aparte nadie me va separar de Meli.

No la nombres – me dice ya molesta.

De seguro ella te metió esa idea en la cabeza – me dice y me empiezo a molestar.

No mamá, ella no me metió nada – le digo ya molesta- no es un capricho – le digo gritando – no es una etapa – empiezo a llorar por la situación – soy así mamá, y veo que tú no puedes entender eso.

Nadie va ser que termine la relación que tengo con Melisa- me voy hacia la puerta.

Me salgo de la casa, no sé a dónde estoy conduciendo, veo que está cerca la casa de Diana y me estaciono en frente de ella. Veo que sale Meli y me ve entonces se sube pero se da cuenta que llore. Se baja y se va a mi lado abre la puerta, me bajo y me da un abrazo. Le entrego las llaves para que conduzcas no tengo el ánimo de hacerlo. Llegamos a la casa y no aguante las ganas, y empiezo a llorar, me abraza.

Mira, vámonos a dormir y ya mañana me platicas que paso – me dice mientras me abraza más fuerte, asiento con la cabeza.

Nos subimos y nos vamos directo al cuarto para poder descansar, me abraza ella a mí mientras empiezo a cerrar los ojos.

Nuestro dulce romance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora