Bueno, hoy al salir de la escuela, el chico que te conté que me gustaba me invito a dar una vuelta después de la escuela, me he dado cuenta de que mi alrededor desde hace ya un tiempo, esta rodeado de sentimientos. Acepté. Salimos de la escuela a paso lento y nos dirigimos al parque más cercano, ahí el no dijo ni una sola palabra por un buen rato, solo se sentó a un lado mío en una de las viejas bancas del parque, sentí nervios, ya que caminar junto a él era un sueño que había mantenido por bastante tiempo. Cuando por fin hablo, no supe que sentir, "Necesito que me des un consejo", fue lo único que dijo por un tiempo, como si esperara que le respondiera, aunque ¿Que se suponía que le debería responder?.
"Hay una chica que me gusta, sabes...y quería saber si tu me ayudarías con algo" Dolió.
"Si pudieras darle esta carta te lo agradecería mucho, veo que te llevas bien con Sofía y como está teniendo problemas con su novio...por eso ¡dáselo por favor" Y mucho.
Lo único que me pude limitar hacer por el fue ayudarlo, en ese momento un sentimiento nuevo apareció en mi, algo que nunca había sentido, y era el ser rechazada sin haberte declarado, y a pesar de estar a 28 días de morir, yo solo quiero su felicidad, y si no me podrá recordar como la novia que mas amo, tal vez me recuerde como la chica que lo ayudo a encontrar el amor de su vida, me conformo con que no me olvide. Regrese a mi casa y me puse a tocar el piano, no podía evitar tocar música estrepitosa y ruidosa cuando me sentía así, no podía dejar de tocar las teclas desenfrenadamente mientras las lagrimas recorrían mis mejillas, rato después de esa pequeña euforia, me puse a investigar, y ahí estaba, fue la primera canción que me enamoro mas que un chico. No podía dejar de escucharla sentí como si me abrazara, y la verdad diario, como suelen decir, (solo yo) hay veces en la que la música sin letra, expresa mucho más.
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Espero que les allá gustado este segundo CAP. :3
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Treinta días antes de morir.
RandomDiario de una chica que al ser diagnosticada de un tumor cerebral y con un mes de vida restante, decide escribir un diario, con los 30 días antes de morir.