-chapter four!

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JULIE tenía claro que el baile iba a ser desastroso incluso antes de que empezara, pero la soñadora idea de asistir junto a Riff, era simplemente cegadora. Había abandonado cualquier idea nociva sobre como sería el baile, y en cuanto esté prometido no firmar ningún escándalo se puso sus zapatos.

Sin embargo, el hecho de que Tony bailara junto a la mismísima hermana de Bernardo no fue algo del agrado del líder de los Sharks. Una nueva disputa se inició.

Afortunadamente, el oficial Krupke fue capaz de calmar el ambiente, y todos volvieron a bailar, pero esta vez sin ser algún tipo de competición. Ambos grupos sociales volvían a estar separados en ambos lados de la pista.

Riff seguía con su brazo enroscado alrededor de la cintura de Julie, pero esta vez no la miraba. La puerta que llevaba a los servicios de chicos parecía llevarse toda su atención.

- Oye, Riff- llamó ella, frunciendo levemente el ceño.- ¿Está todo bien?

- Escuchame bien, Julie.- Le pidió, sabiendo que si no utilizaba esas palabras, ella probablemente no le haría caso.- Necesito que te quedes con Diesel, Baby John y Mary hasta que vuelva, ¿podrías hacerme ese favor?

- ¿Por qué, pasa algo? Riff dime que no vas a hacer nada...- Rogó, empezando a presentir lo que Riff estaba apunto de hacer.

- No.- Negó rápidamente, anulando todas sus suposiciones.- Te prometí que no habría ninguna pelea, tú solo quédate junto a tu hermano, ¿vale?

- Vale.- Susurró con una sonrisa.

Riff perfectamente podría ser la persona más temeraria que alguna vez había conocido, no tenía ninguna clase de autocontrol, y en ningún momento pensaba en las consecuencias de sus actos. Pero si era alguien leal, y nunca mentiría a Julie, mucho menos le pediría que hiciera algo que no seria por su propio bien.

Él simplemente no deseaba involucrarla en los asuntos con los Sharks, puesto que sabía la angustia que le causaría.

Así que Julie obedeció, y se acercó a el pequeño grupo.

- ¿Se ha quedado sin pareja, bella dama?- Se burló su hermano, sabiendo que Riff en ese instante estaría decidiendo día y hora para una pelea.

- ¿Acaso tuvo pareja en algún momento, caballero?- Le devolvió la broma.- ¿Os lo estáis pasando bien, John, Mary?

Los jóvenes se sonrojaron.

Sabía de los sentimientos de Baby John hacia la joven. El adolescente, el cual le había confiado su secreto hacia ya unos meses, aparentemente habia decidido dar el primer paso.

Diesel y Julie siempre fueron una clase de hermanos para él. Su padre nunca volvió a casa, y su madre apenas estaba en ella. Ambos hermanos eran como una familia para él.

- Es un gran bailarín.- Mencionó Mary, agarrando el brazo de John.- Aunque no podría esperar menos.

Baby John se sonrojo notablemente, y recibió un pequeño beso en la mejilla por parte de su acompañante.

- Aunque me duelen los pies, los tacones que me dejaste son preciosos, Julie. Pero me están matando.- Se quejó la chica que hacía unas horas estuvimos en casa de Julie, pidiéndole consejo de moda.- Voy a sentarme un rato, ¿está bien, Johnny?

El chico sonrió y asintió atontado, mientras se quedaba mirando a Mary, quien iba a sentarse en las gradas.

- ¿Bailarías conmigo, Julie?- Preguntó.

- Vamos, Romeo.- Sonrió y lo guió a la pista de baile.- Hacéis muy buena pareja.

- Gracias.- Sonrió algo avergonzado.- Ella es muy hermosa.

- Eres muy dulce, John.- La mayor admiraba eso del chico.

Sabía la admiración que el joven sentía hacia Mary, era un amor joven, hermoso y puro, y le pertenecía ver como aquel chico al que consideraba un hermano regalaba todo su ser a aquella chica.

- Gracias por el baile, Julie.- El chico le dio una última vuelta, antes de salir corriendo tras su cita.

Julie solo miraba con una gran sonrisa, (que empezaba a darle dolor de muelas), como ambos se tomaban avergonzados de la mano, como ambos sonreían ante el pequeño gesto y como sus rostros se volvían rojos como tomates.

- ¿Me echaste de menos, amor?- Una familiar voz sarcástica susurró en su oído.

Julie se dio la vuelta, viendo a Riff con una amplia sonrisa en su rostro, exacta a la suya.

- ¿Te has metido en problemas?- Fue lo primero que preguntó, aún sin razón. Riff le había prometido que no haría nada indebido, él nunca rompería una promesa.- No, claro que no, no lo has hecho, ¿cierto?

- No, Julie,- le dijo, acariciandole el pelo.- Vamonos de aquí, esto es un muermo.

- ¿A dónde se supone que vamos?- Cuestiono, sabiendo que había pocos lugares, (que ella fuera a aprobar por lo menos), a los que podrían ir a tales horas de la noche.

- Ya verás.- Riff sonrió, y tomó la mano de Julie.

Inesperadamente, Riff salió corriendo del gimnasio, con Julie tratando de seguirle el paso y su mano enganchada a la de él.
































RIFF sabía perfectamente a dónde iba, no se podía decir lo mismo de Julie.

Cuando se alejaron un par de metros del gimnasio, Riff le tapó los ojos con sus manos y la guió por las vacías calles de Manhattan.

- ¿Puedo saber a dónde vamos? Sabes que no me gusta estar desubicada.

- Sí, Julie,- Asintió, aunque ella no pudiera verlo a él.- Soy consciente de tu necesidad de saberlo todo, pero esto es una sorpresa.

- Odio las sorpresas.- Recordó.

- Te encantará esta.- Riff apartó sus manos del rostro de la chica, dejando ver un cielo repleto de estrellas brillantes.

Las pequeñas luces se reflejaban en el cabello de Julie como pequeñas gotas de brillantina, haciéndolo aún más reluciente. Lo mismo sucedía con sus ojos negros, en los cuales parecían resplandecer sus propias estrellas, al estar estas reflejadas en ellos.

Riff no podía dejar de mirarla, nunca pudo. Siempre le tenía el ojo encima, ya sea por protegerla, por saber donde está, por conocer cómo está, l simplemente para observar lo hermosa que era ante sus ojos.

Las estrellas carecían de importancia para él, ni si quiera le gustaba ese sitio, era frío, silencioso y aburrido. Solo asistió allí una vez, el momento en el que conoció el pequeño mirador, que casualmente conoció en una pequeña pelea.

Pero sabía que Julie lo adoraría con toda su alma, puesto que siempre pedía pequeños deseos a las estrellas fugaces, con suerte se encontraría alguna.

Pero él ocupado en su rostro no se fijaría si pasaba algún astro, solo se fijó en sus ojos brillantes, luego en sus ojos, después en la punta de su fina nariz, por último en sus labios torcidos en felicidad.

Su concentración fue a más, y a más, igual que su cercanía. Julie ahora si le miraba, más específicamente a su boca entreabierta, que cada vez estaba más cerca.

Al final, solo las estrellas fueron testigos de el primer paso a lo más bonito que pudieron alguna vez observar.

El amor es algo precioso, sobretodo cuando es joven, pero no inocente.














AUTHOR'S NOTE: Llevaba tiempo desaparecida, pero últimamente la historia recibió más apoyo por el que estoy muy agradecida, y decidí que lo mejor sería daros un nuevo capítulo de agradecimiento.

Calculo aproximadamente unos ocho capítulos o diez de historia. Y tal vez, al terminarla comience una nueva aún de wss.

Muchas gracias por leer el capítulo ♡

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𝐒𝐀𝐃 𝐁𝐄𝐀𝐔𝐓𝐈𝐅𝐔𝐋 𝐓𝐑𝐀𝐆𝐈𝐂; 𝐫𝐢𝐟𝐟 𝐰𝐬𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora