III
Al hombre nada más le hes molesto que su poca CORDURA.
Incesante, mentiroso, hombre frágil, hombre increpante susurrando su necesidad.Olvidado en confines de su propia existencia
Vagando en las calles a través de la poca iluminación nocturna.
Vagaba el hombre que trascendia de su PASADO,
Huía de su mísera existencia
Perseguido por la MISERIA.Condenado por sus pecados
Su alma borrada lleno de soledadHuía a llantos
Pobre de aquel que con ciega locura
Olvida la vidaSuspiros INERTES,
El hombre consumido por el licor barato
Lleno de culpaUna precipitada LOCURA,
Blasfemias en su torrente SANGUÍNEO,
Humano desquiciado
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si tuviera al menos
PoesiaEn posadas míseras, en navíos vagabundos y al calor de amo- rosos contactos se fue urdiendo -bien que mal- esta versión del sublime Enloquecido. DAÑERO