Día I

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Ethan POV

Estoy sumamente nervioso. No sé ni cómo escribirle que hace una hora y media estoy aquí, en París, solo por ella. ¿quien lo creería? Ethan McLaggen en busca del amor de su vida en otro continente. Miré a todos lados, había gente por doquier. Me sentía sofocado. Ví a varias chicas, pensé que podria ser ella, pero luego recordé que no le habia textiado. Ni siquiera le dije que hoy iría.

Ethan: hola Anibelle.

Solté el aire que al parecer habia retenido mientras enviaba el mensaje. Me senté en unas mesas afuera del local Marti's pizza cuando escuché el pitido de mi celular.

Anibelle: ¿porqué me hablas a esta hora?

Oh. Dios. Mio. ¡qué nervios! ¿y ahora? ¿qué le digo?

Disimula. Disimula. Disimula.

Ethan: Quería hablarte más temprano, ¿te molesta?

Perfecto. Soy el mejor. Sé manejar esto.

-Permiso, ¿se le ofrece algo?- escuché a una joven detrás mio, y juro que se me pararon los pelos.

-No... yo... y-yo solo queria ... tomar asiento- sentía que sudaba como un lechón

-Estabien- se encogió de hombros- si necesitas algo solo llámame - me sonrió y se fué.

Miré mi celular a ver si Anibelle había respondido pero nada. ¿quien iba a pensar que esta visita me iba a dar un gran ataque de nervios? Escuché el pitido de mi celular y rápidamente miré a ver quien era.

Anibelle: la verdad es que no.

Esta chica va a ser que me de un infarto. ¿le digo ahora? O espero?

Ethan: ¿qué haces?

Anibelle: trabajando

Mierda. Está trabajando. Espera... ella está de vacaciones en Paris ¿porqué está trabajando?

Ethan: Así que ¿no estas en Paris?

Anibelle: ¿tu me creistes?

Mierda y más mierda.

Ethan: Un poco.

Anibelle: Eres realmente un tonto Ethan.

Soy un tonto. Soy un tonto. Maldición debí preguntar si de verdad estaba en París.

Me levanté totalmente enojado y me adentré al local. Tanta desilucion me dió hambre.

Ethan: entonces, ¿a qué hora sales de trabajo?

Mirè hacia la cajera quien volvió a sonreirme, le devolví la sonrisa y me acerqué.

-¿que tal?- le dije sin pensarmelo

-Todo bien -volvió a sonreír y se inclinó hacia mí dejandome a la vista esos preciosos cocos.

-Quiero una pizza... personal- le dije mirandola a los ojos.

A los ojos Etha.

Ojos.

¡Mierda esos no son los ojos!

Pero que lindos son.

-¿de queso, pepperoni, salchicha ohhh de tocineta?- dijo coquetamente. Le guiñe un ojo y fué cuando escuché un pitido.

Anibelle: ¿piensas visitarme?

-Damelo de tocineta- le dije mientra le escribia a Anibelle.

Textos de Medianoche ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora