ᵖʳᵒˡᵒᵍᵘᵉ
[1987]
Aún recordaba cuando ambos se sentaban al borde del puente de HeavenWood. Había pasado tanto tiempo y parecía haber sido ayer. Ella tenía dieciocho años y él veinte. Siempre hablaban del sueño que ambos compartían, triunfar con sus propias bandas y marcar la historia de la música. Y aunque se veía como un sueño muy lejano, estaba más cerca de lo que pensaban.
Aquel día Keith la llevó a ver un atardecer. Al día siguiente Molly tenía clase pero no le importaba, y es que prefería estar sentada al lado de Keith durante horas antes que en su habitación acompañada de la fría y muda soledad. El chico rubio había puesto su mundo patas arriba, y cualquiera pensaría que Molly era una ingenua adolescente enamorada que pronto tendría su corazón roto. Pero en su vida había recibido tanto amor por alguien, y sí, quizás Keith rompería su corazón, pero tenía claro que las memorias de ellos dos juntos ignorando al resto del mundo permanecerían intactas por siempre.
—Yo me veo en unos años cantando con mi banda en los MTV —dijo Molly aquella tarde.
—Si mi banda triunfa, te llevaré conmigo de gira por toda Europa y todos los lugares que quieras —continuó Keith.
La joven rio y el chico observó como la nariz de su novia se arrugaba tiernamente. Keith sonrió adorando ver a su chica tan feliz y alegre. Ella no se merecía ningún mal, no se merecía el abandono que sentía de su madre, ni la culpa de la muerte de su padre. Ella era un ángel, y era demasiado para el mundo despiadado y cruel en el que vivían.
—Tonto —le empujó con su hombre suavemente—. No hace falta que me lleves a ninguna parte ¡Nuestras bandas irán de gira juntas!
Él entrelazó su mano con la de ella y la miró fijamente a los ojos que tanto le habían enamorado.
—Entonces compraré una casa y ahí tendremos a nuestros bebés extraterrestres.
Molly soltó otra carcajada.
— ¿Extraterrestres?
—Bueno, no creo que tú y yo pertenezcamos a este planeta. No encajamos en la sociedad, entonces nuestros bebés saldrán como nosotros seguramente.
—Solo espero que no tengan la piel verde.
—Yo les querré sean como sean.
Keith la rodeó con su brazo y besó su cabeza. Ambos se quedaron en silencio y observaron el horizonte, preparados para recibir lo que el mundo iba a darles, tanto bueno como malo.
—Lo conseguiremos —aseguró Molly—. Yo sé que lo haremos.
Él la volvió a mirar y luego besó sus labios con delicadeza y amor. No tenía ni idea de lo que le deparaba en el futuro, ni le importaba, mientras ellos permanecieran juntos y unidos, atravesando todo lo malo y bueno.
Y al final lo consiguieron. Pero nada era como ellos esperaban.
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All Our Broken Dreams
Любовные романы𝐀𝐋𝐋 𝐎𝐔𝐑 𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐒 𝘄𝗲𝗹𝗰𝗼𝗺𝗲 𝘁𝗼 𝟵𝟬'𝘀 🚬 𝗵𝗶𝘁 𝘆𝗼𝘂𝗿 𝗴𝘂𝗶𝘁𝗮𝗿 💥🎸 ❝ Nosotros nunca seguimos las reglas de la música. Porque la música es arte, y para nosotros el arte no tiene reglas. Es libert...