❥ Ex De Verdad.

04 - Ese día, ya no más.

Seungmin está despierto.

Lleva fingiendo estar dormido aproximadamente una hora para tratar de engañar a su cabeza y que deje de doler.

Su cuerpo entero se siente pesado, olvidó cuantas botellas de soju y cerveza bebió, tampoco recuerda si pagó su parte de la cuenta y como regresó al departamento, pero recuerda que cumplió el objetivo de la noche.

Olvidar a Hyunjin.

Está seguro de que no pensó en él desde su tercera botella de soju, afortunadamente se encontró con los chicos del teatro con los que hace poco había trabajado, ellos lo invitaron a comer y la noche se volvió larga cuando los temas de conversación no se agotaban.

—Sé que no estás durmiendo, —Jisung habló entrando a la habitación de Seungmin como si fuera la suya, buscó entre los cajones del armario y comenzó a sacar prenda tras prenda, Jeongin entró al poco tiempo con una bolsa negra grande.

—Hora de hacer limpieza, —dijo Jeongin con una sonrisa radiante.

Seungmin giró sobre la cama odiando la luz, el ruido, el día, la noche, el olor de la colonia de Hyunjin en su ropa porque ni siquiera recuerda cuando comenzó a usarla.

Odió que sus amigos supieran que estaba roto hasta la medula y tan cansado del alcohol, pero que hoy por la noche volvería a beber solo para ahogar las penas y ahogarlas tanto que no pudieran nadar.

—Les cortaremos las manos y las piernas, —dijo Seungmin amortiguando su voz con la almohada, —y si tienen alas, les cortaremos las alas.

—¿A quién vamos a matar? —Jisung preguntó sin dejar de revisar el armario.

Jeongin sonrió, —a las penas.

Jisung abrió los labios con entendimiento, —claro, claro, Minho hyung traerá la mejor botella de whisky de casa de sus padres y ahogaremos a las hijas de perra.

Jeongin reía mientras recogía la ropa sin mirarla, —Seungmin es muy coreano, no toma whisky, solo cerveza con soju.

—Oye, también puedo ser bastante fino y beber whisky, —Seungmin se sentó sobre su cama, sus ojos apenas y podían abrirse por el intenso dolor de cabeza, —apaguen el mundo, mi cabeza va a matarme.

—Ve a bañarte, —Jisung sugirió y Seungmin no necesito una segunda sugerencia, se movió a como pudo hasta el baño.

Demoro casi una hora en salir del baño y cuando volvió la mitad de su habitación había desaparecido.

Jeongin y Jisung peleaban por meter más ropa en la bolsa negra.

—No tienen que llevárselo todo, —Seungmin dijo, el seguro de la puerta principal sonó, pero ninguno de los tres se asomó a ver quién era.

—Seungmin, tu teléfono, —dijo Minho cuando llegó a la habitación.

Seungmin suspiró y señaló al mueble junto a su cama, —la contraseña es mi cumpleaños.

—Ya lo sé, —dijo Minho, Seungmin no se acercó a mirar lo que Minho estaba haciendo, sabe que bloqueará el contacto de Hyunjin de todas sus redes sociales.

Nada era nuevo, Seungmin ya había vivido esto, la sensación de deja vu en su pecho se sentía casi familiar.

Cuando Hyunjin terminó la relación hace un año, Seungmin había bebido hasta que olvidó su nombre, a la mañana siguiente su cabeza era un campo de guerra, y la mitad de su ropa había sido empacada en bolsas de basura, bueno, no era su ropa, era la ropa de Hyunjin con la que Seungmin solía volver después de pasar el rato con él. Muchas de sus fotografías también se fueron, Jisung bloqueó el contacto de Hyunjin y sepultó en lo más oscuro del armario el retrato que Hyunjin le regaló en su primer aniversario.