Capítulo 4

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Sabía que no tenía oportunidad contra su prima, después de todo, él nunca fue bueno para los deportes, pero al parecer el cielo le sonreía al joven de ruana, al parecer ninguno de los dos se había dado cuenta de los obstáculos del camino hasta que estos hicieron tropezar a la fémina justo cuando iba a la mitad de su carrera

—Torpe —burló Camilo divertido mientras desaceleraba su paso, hasta quedar a pocos metros de distancia.

Mirabel emitió un pequeño quejido— que bueno que aún mantienes tu sentido del humor —sonrió sin ganas—porque acaba de estropearse la comida que traje

Comento la fémina mirando con burla al mayor mientras con su dedo índice apuntaba a la cesta de comida que yacia deformada en el suelo, justo enfrente de ella.

—¿Qué? —la sonrisa del madrigal se pasmo, tanto que hasta olvidó ayudar a su prima a levantarse, acción que sin duda su padre hubiera desaprobado.

—Sí —comentó la menor con fingido dolor—pero siempre podemos llegar a comer, no te preocupes, solo tardarán como cinco horas más en tener algo listo

La fémina se levantó por si sola con una sonrisa de oreja a oreja, sabía lo sensible que podía llegar a ser el de ruana con respecto a la comida, pero que se le iba hacer.

—Quita esa cara y camina, ya estamos cerca —sonrió la menor mientras tomaba de la mano de su gemelo que seguía pasmado—vamos Camilo

—¡Eres un monstruo sin corazón, como te atreviste a tirar la comida! —lloriqueo el mayor sin siquiera soltar la mano de Mirabel—¡Ya no te quiero, como pusiste hacerme eso!

Mirabel suspiro, rodó los ojos y siguió caminando mientras ignoraba tanto a su primo como a la cesta de comida, primero cumpliría su misión, ya después se preocuparía por alimentar al pozo sin fondo que tiene por familiar, además estaba segura de que la comida solo había quedado medio deforme, pero aún podía consumirse, ya iría después por su cesta.

Ella esperaba que Camilo olvidará el cesto al menos por un tiempo, no era como que tuviera ganas de escucharlo quejarse y estaba segura de que si lo hacía terminaría espantando a la bella mariposa amarilla y eso no lo permitiría.

Caminaron por unos minutos más, entre las protestas del mayor que prácticamente estaba dándole un discurso a su prima de lentes sobre la importancia de la comida, algo muy parecido a lo que su mamá le decía cuando era niña. Una vez que estuvieron frente al río Mirabel detuvo sus pasos, haciendo que Camilo imitara su acción, soltó su mano y se dispuso a mirar por los alrededores, sin detenerse en ningún sitio en específico.

—¿Entonces, el plan era venir y esperar a que la mariposa saliera por si sola? —dudó el mayor mientras miraba a la fémina con una ceja alzada—Por que si esperamos a que llegue por si sola podría tomar más tiempo y ya tengo hambre

—Sí

Camilo frunció el entrecejo— puedes dejar que ignorarme —se quejó—¡La mariposa no va aparecer solo porque sí!

—Entonces esperaremos hasta que lo haga —comento divertida—¿Crees que pueda salir mi gemelo de travesuras para esta aventura? Ya me calló mal este Camilo

Después de que la fémina le reclamará su molestia hacia su comportamiento, tanto Camilo como ella solo guardaron silencio y siguieron en la búsqueda de la mariposa cambia formas como el de rizos le había puesto, ya que el aseguraba que su prima deliraba y en realidad solo había visto una mariposa común y corriente, aunque más que desconfiar en lo que la de lentes había dicho, solo buscaba molestarla. Ella sabía que Camilo tenía cierta razón, no planeo como tal nada, pero algo le decía que ella aparecería, la mariposa tenía que estar allí o al menos no debería estar tan lejos de ellos.

Y entonces lo entendí (Camibel/Miracami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora