16. Mil Formas De Amar

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Alex.

La mañana había llegado, los pájaros cantaban mi nombre con suma delicadeza pidiendo mi despertar. Estaba feliz, sobre todo, porque mi amada estaba a mi lado, con su hermoso cabello rubio cubriendo su rostro y sus manos sosteniendo la sábana que la cubría. Jamás había estado tan contento, sobre todo con el hecho de que la frase "Despertar contigo cada mañana" tenía total sentido en aquel momento.

Caminé por los pasillos al compás de la música cantada en el aire con desconocido origen, quizás estaba volviéndome loco, pero jamás estuve tan alegre de estarlo. Bajé las escaleras de un salto en cada escalón, teniendo la emoción reinando por todo mi cuerpo, ya que esta mañana, por primera vez en años, podría volver a desayunar.

Me puse un delantal y estaba manos a la obra en la cocina, sosteniendo la sartén y preparando bocadillos de miel junto con un refrescante jugo de naranja y por supuesto, a elección, no podía faltar el chocolate por si a alguien más se le antojaba -Estaba hablando de mí- La mañana jamás había estado tan perfecta como aquella vez.

Volví hasta las escaleras y caminé por los pasillos dirigiéndome lentamente hasta la cama, donde me arrodillé ante ella para acomodar un mechón de su cabello, liberando así su rostro y provocando que se despierte. Levantándose entre bostezos y estirando sus brazos, decidió preguntar -¿Qué hora es?

-Son las 8 de la mañana, aún queda tiempo para prepararnos

-Oh es cierto, debo ir a casa por mi mochila y mis cosas - Pasó las manos por su rostro, bastante preocupada por el tiempo.

-Tranquila, ya habrá tiempo para eso, primeramente es hora de desayunar

-Aguarda...¿Hiciste el desayuno?

-Sí, porque hoy me pareció un buen día para desayunar

-Vaya...-Centelleó los ojos mientras acercaba su rostro al mío y dijo -. Creo que ya no sabría como llamar esta versión tuya

-¿Qué?, solo hice el desayuno....lo normal, siempre lo hago -Ella enfocó la mirada, lo cual me provocó nervios y liberé la verdad -. Bien, estoy mintiendo, hace tiempo que no desayuno, pero como dijiste, creo que ya es momento

-Bien, entonces estoy ansiosa por probar el manjar creado por el Cheff Alexander -expresó dramáticamente, tal cual como una actriz de teatro.

-Me parece lo más apropiado su alteza, permitame escoltarla hasta los pasillos, donde procederá a prepararse -Sostuve su mano con delicadeza, ella se levantó lentamente y nos dirigimos hasta el pasillo.

Ella siguió su camino hasta el baño, por lo que yo decidí llegar hasta la habitación de Maria, donde ella se encontraba acostada, cruzada de piernas y con el móvil en la mano.

-Hermana, a levantarse que ya es hora de desayunar -le dije mientras sostenía la puerta.

-¿Desayunar?, ¿Por qué? -frunció el ceño bastante confusa por mi llamado.

-Porque el desayuno es importante y...yo que sé solo ven a desayunar

-Está bien, ahora bajo -dijo sin despegar la mirada del móvil.

-Bueno, ya se hacer tarde y creo que deberías venir ahora

-Vaya, hoy estás raro -se levantó dejando el celular en el estante, para luego caminar hasta el pasillo.

-No estoy raro, solo estoy de buen humor y creo que deberías estarlo también

Se volteó y dijo-Uy, sabes...seria fabuloso si tuviera una razón para estarlo, pero lastimosamente no es así -Encogió los hombros y siguió con su camino.

For You - El Portador OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora