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Logró sobrevivir en el pequeño departamento de uno por uno que compró junto a su hermana mayor. Sin embargo con los escasos robos y el poco dinero que tenía solo se mantuvo un mes.

Buscaba salidas por cualquier lugar medio honesto pero no encontraba.

Entonces conoció a su demonio personal; Himiko Toga.

Su diablita le susurraba al oído que estaba bien hundirse por unos momentos en fantasías doradas y aunque se negó al principio, una vez que comprobó sus palabras no hubo marcha atrás.

Izuku no entendía cómo alguien de los barrios altos como era ella terminó en un lugar olvidado por dios como ese. No le cuestiono nunca y a pesar de eso, la interrogante rondaba por su mente siempre.

De nuevo sus ganas de seguir se vieron reducidas a nada. Las fantasías doradas fueron patrocinadas por el amigo de Himiko, aunque luego, cuando las necesitaron como al mismo aire comenzó a cobrarlas. Y a ellos no les importó el precio. Al menos hasta que a Toga se le terminó el dinero. Las fantasías eran mucho más cortas y caras.

Lo último que supo de su diablita es que encontró un proveedor más barato y al final terminó como Yosetsu y Sen.

El lugar dónde nacen las flores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora