El sultán

II

Se quería morir mejor dicho quería morir, sus padres fueron asesinados, el amor de su vida muriendo frente a sus ojos, obligado a ir a un lugar donde no conoce, solo para servir a alguien que no sabe ni como es y lo peor es que no podía decir nada por más que luché, grité y patalee sólo me dicen lo mismo, por más que luches igual irás al palacio romano el gran sultán te dará un buen trato jajaja, sinvergüenzas creen que los omegas servimos para ser incubadora pero ¡se equivocan! Los omegas somos más que simple objeto sexual podemos demostrar nuestra fortaleza, pero nos niegan y nos tiran a la borda, ahh dió un gran suspiró mientras intentaba aguantar las ganas de llorar, su sensibilidad era más fuerte que sus ganas de luchar, además que las cadenas le dolían un montón en su apretada muñeca, giró su cabeza a su costado para encontrarse a una joven o joven? Omega gruñir a los guardias como si fuera un perro rabioso, le dió bastante curiosidad ver como les gritaba sin importar que fueran unos alfas o betas, eso le llegó a preguntar, se podría el ser igual que ese Omega dominante? Nunca lo sabría si jamás dejará de llorar por cada pequeñez.

Habían llegado a ese gran palacio con la cabeza baja fueron llevadas a los baños para sacar la suciedad, de ahí fueron obligados a convivir todos juntos, nuestro joven Omega que veía cada rincón se volvió a encontrar con ese jovencita de pelo azabache con puntas azules y grandes ojos esmeralda.

_Hola _decidío dar un saludó tímido.

_Ah? Am hola _devolvío el saludó un poco confundido de que alguien le hablará.

_También fuiste raptada? _preguntó curioso.

_Se podría decir que si _bajando su cabeza.

_Comprendo, oh mis modales jeje Soy Zenko mucho gusto! _dando su mano formalmente.

_Inko _correspondiendo el saludó con una mini sonrisa.

_ATENCIÓN LA SEÑORITA SHINOBU HA LLEGADO!.

Todos bajaron su cabeza en son de respetó.

_Mucho gustó a todos los omegas seré su instructora, yo personalmente les ayudaré a escribir, a tejer, hablar y tocar música para ser unos y unas concubinato perfecto para nuestro querido sultán. _dijo con una sonrisa socorrona. Entendieron!?

—SI SEÑORITA SHINOBU!

—Perfecto espero grandes cosas de ustedes.

Zenko curioso miró arriba donde varios omegas saludaban a los recién llegados con un dejé de burla, se quedó confundido ante eso, viendo que tenían mejor ropa y buenas habitaciones.

—Ese lugar son para los favoritos del sultán _comentó alguien en su costado provocándole un susto.

—Señorita shinobu, como dices que se logra eso? _curioso un poco.

—Te lo contaré veo grandes expectativas en ti _sonriendo con complicidad. Para llegar ser su favorito deberás darle algo que los demás no pueden, satisfacerlo de un modo que nadie pueda y sobre todo hacer que se llegue enloquecer por ti, tal vez logres hacer que te vuelvas su sultana si le das un Hijo alfa _finalizando con una sonrisa.

—Comprendo crees que al sultán le llegué gustar a un Omega como yo? _preguntó un poco tímido.

—Sin duda alguna en especial tus bellos ojos si te pongo un buen maquillaje quedarás como un ángel _se río de forma traviesa.

El Omega de lindos ojos cobres con toques dorados sonrió de forma esperanzada tal vez podría lograr algo que otro Omega jamás hubiera hecho solo esperaba que el sultán le llegase escoger para cumplir esa meta.

—De que hablabas con shokobu _pregunto inko de forma curioso.

—En primer lugar se llama shinobu, segundo nada interesante sólo me pedía que me comportará. _mintió un poco, tal vez fuera egoísta querer algo solo para el aún sin conocerlo.