Fogata

442 55 17
                                    


Na-yeon estaba en silencio sentada en el frío piso de la azotea a unos cuantos metros se encontraba el cadáver de su maestra quien estaba cubierto por una manta, podía ver como esta se había manchado de sangre en la parte que cubría su rostro, realmente le dolia ver a miss park así, ella jamás se había separado de ellos cuando la encontraron en la sala de transmisiones, fue un alivio para todos poder encontrar a un adulto, se sentían seguros con ella... pero ahora se había marchado para siempre, dejándolos solos y sin alguien que los guíe, recordando lo sucedido hace unos minutos pensó en todas las personas que vio morir en estos últimos días.

(...)

Flashback*

Había estado en el salón de clases revisando algunos cuadernos y apuntes normalmente no salía al comedor con los demás, era incomodo sentarse junto a otras personas que comían alegremente y conversaban con sus amigos cosa que ella no disfrutaba, guardo sus cosas en su pequeña mochila color rosa pálido y se sentó a esperar que comience la segunda clase, se recostó en su mesa y empezó a jugar vagamente con su lápiz, el sutil ruido de la puerta deslizándose llamó su atención, Woo-jin la saludo levantando levemente la mano y se sentó cerca a la ventana, realmente no le importó y seguía distraída en lo suyo, después de el entró min-ji con una gran sonrisa en el rostro siendo perseguida por gyong-su, rodó los ojos molesta habían perturbado el silencio tan relajante del salón vacío durante el horario de almuerzo, volvió a recostarse en su mesa cuando unos gritos desesperados la sobresaltaron a ella y los tres chicos que estaban ahí mismo.

-¿que fue eso? - preguntó gyong-su

-¿qué pasa afuera? - dijo min-ji al escuchar el alboroto por los pasillos.

Woo-jin se levantó de su asiento y se dirigia a la puerta para ver que ocurría, todos se asustaron cuando vieron a Joon-yeong, I-sak, Ji-min y a hyo ryeong entrar desesperados al salón.

Ji-min intentaba calmar a su amiga quien no paraba de llorar, Na-yeon las veía algo asustadas, ¿y si se trataba de un incendio? tenían que salir muy rápido de ahí, se levantó de su asiento y fue directamente a la puerta pero Joon-yeong la detuvo sosteniendola el brazo, esta lo miró confundida - ¿Que haces sueltame? - preguntó asustada intentando liberarse del fuerte agarre del chico.

-no salgas, por favor no - hablo nervioso

-me estás asustando, por favor sueltame - dijo histérica al ver que el no dejaba de tomar su brazo, Na-yeon pudo liberarse del agarre del chico y se dirigió a la puerta pero el repentino choque de una de esas cosas contra la puerta ya cerrada la hizo retroceder asustada casi cayendo al suelo, se quedó congelada al ver su rostro ensangrentado, acompañado de múltiples heridas y erupciones que tenía en la cara, actuaba de manera violenta tratando de abrir la puerta y ese fue el inicio de su infierno mismo.

Estaba demasiado histérica y desesperada cuando la policía no contestó a la llamada que on-jo hizo y quería que volvieran a llamar, sabía que estaba siendo demasiado impaciente y molesta pero... vamos estaba bastante asustada y desesperada.

Miraba por la ventana como todos los estudiantes del colegio estaban siendo atacados por sus propios amigos y compañeros de manera brutal, eso la hizo entrar en pánico.

Cuando por fin un adulto se encontró con ellos en su salón se sintió tra quila estaba segura de que ellos podrían mantenerlo todo bajo control.

Su tranquilidad no le duró mucho porque la joven I-sak les reveló a todos que el profesor había sido mordido en el brazo por una de esas cosas.

se quedó atónita cuando vio que el profesor quería golpear a on-jo y empezó a convulsionar en el suelo.

Fue testigo de cómo este se abalanzó sobre la pobre min-ji mordiendole la boca.

𝙇𝙖 𝘾𝙝𝙞𝙘𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙨𝙪𝙚́𝙩𝙚𝙧 𝙧𝙤𝙨𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora