Enfrentamiento

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Tan solo habían sido unos segundos que se habían descuidado y ahora Gwi-nam tomaba por el cuello a On-jo mientras miraba a Cheong-san con furia, estaba descontrolado y pasaba lentamente el filo de su arma por la mejilla de la chica, esta lloraba asustada y todos miraban impotentes como aquel monstruo se burlaba de su sufrimiento.

-realmente los engañe, fue tan fácil hacerlo, debía de esperarme eso de unos idiotas como ustedes - se burlaba cínicamente mientras asustaba más a la chica pasando el cuchillo ahora por su cabello - ¿quieren saber cómo lo hice?... después de que me votaron por las escaleras estuve vagando por los salones para tratar de encontrar una forma en la cual subirme... y ahí fue cuando la vi, una chica de último año escondida en los cuartos de escobas, debieron ver su reacción cuando me vio... se orino del miedo cuando se percató de mi ojo herido - al contar su anécdota no paró de reír como un loco - le dije que todo iba a estar bien... que yo la ayudaría a salir de este lugar, pero que debía de hacerme un pequeño favor... alimentarme, debieron de escuchar sus gritos eran los más molestos que escuché en mi vida.

-estas enfermo - susurro On-jo con los nervios tratando de liberarse de su agarre.

-claro que no, además ella misma me dio permiso de utilizar su cuerpo como un buen disfraz, creo que debería de agradecerle.

-eres un maldito monstruo, mataste a nuestra maestra así como también al director y esa pobre chica - Cheon-sang intentaba contener su ira mientras era el quien se acercaba al chico.

-y ahora lo haré con ella, ni loco me perdería este delicioso aperitivo, es más... ¿creo que es mucho más divertido matar a mas gente que concentrarme en una sola no crees? - reía descontroladamente mientras ponía el cuchillo en el cuello de On-jo.

-eso solo te hace quedar como un cobarde, es porque tienes miedo de enfrentarme ¿no es así?, ¿aun sigues siendo el perrito faldero de tu jefe?, entonces sueltala y enfrentame como un hombre.

Gwi-nam al escuchar eso dejó de reír - como quieras... no fue tan difícil deshacerme de tu maestra, creo que será menos difícil hacer eso contigo - guardo el cuchillo en sus bolsillos y apresuraba el paso hacia el chico - haré que te reúnas con tu querida profesora.

La batalla había comenzado, el primero en caer fue Cheon-sang y era por la fuerza descomunal que gwi-nam tenía, era una bestia sonreía con maldad mientras intentaba meter uno de sus dedos a los ojos de su compañero.

On-jo apareció lanzándose hacia el pero no servía de nada tan pronto como ella intervino el la empujó haciendo que ruede unos cuantos metros hasta llegar a Ji-min y hyo-ryeong quienes se acercaron a ver su estado.

Na-yeon estaba petrificada jamás habia visto tanta brutalidad ser ejercida por un chico de 16 años, y tampoco quería imaginarse como la había pasado aquella chica que tuvo la desgracia de toparse con el en su estado zombie.

Los chicos pronto ayudaron a su amigo quien estaba aún en el suelo intentado quitarse a la bestia de encima, Woo-jin, Su-hyeok, gyong-su y todos los demás intentaron frenarlo pero eso no hacia nada más que enfurecerlo, Nam-ra estaba quieta Observándolos desde la fogata, vio como el contorno de su ojo empezaba a tornarse rojo acompañado de unos fuertes movimientos en las manos.

-no se detendrá con nada, el quiere hacerle a Cheon-sang lo que le mismo le habra hecho, pero aunque cumpla su propósito con el... no nos dejaría en paz tan fácil, lo mejor sería acabar con su vida miserable.

Ji-min también se había unido a la batalla de los chicos, era la única chica hasta el momento que estaba interviniendo para hacer que su amigo gane tiempo y así poder darle una paliza a gwi-nam, Na-yeon observaba detenidamente todo a su alrededor, buscaba con desespero algo para poder tirarlo de la azotea, pero nada parecía útil sólo había trozos de madera y conociendo la brutal fuerza que mantenía estaba segura de que eso no era una opción muy segura, de repente vio el atril que habían traído de la sala de música.

𝙇𝙖 𝘾𝙝𝙞𝙘𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙨𝙪𝙚́𝙩𝙚𝙧 𝙧𝙤𝙨𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora