Capítulo Especial #1

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Tan solo habia pasado unos tres meses desde que se alejo de todos sus amigos, no queria hacerles daño, necesitaba un tiempo para pensar, meditar y tratar de controlar sus impulsos de consumir carne humana, no podia perdonarse asi misma que si no fuera porque recordo quien era tal vez on-jo estaria muerta, Cheong-san jamas se lo perdonaria, pero se sentia mas tranquila de que sus amigos hayan podido escapar con vida excepto por los que no pudieron llegar hasta el final, Min-ji, I-sak, Miss Park, Gyeong-su, Ji-min, Joon-yeong y Na-yeon, desearia podido haberlos salvado antes, pero no tenia el total control de su cuerpo.

Tal vez pudo haber salvado a Joon-yeong si tan solo no estuviera muy cansada, aun recordaba sus gritos siendo devorado por los obreros del edificio en construccion, Su-hyeok queria ir a salvarlo pero ya era muy tarde, debia de preocuparse por su vida, puede que suene un poco egoista pero Na-yeon en un principio tuvo la razon en algo, no puedes salvarlos a todos, si tan solo Miss Park no se hubiera enfrentado a Gwi-nam, estaria con vida junto a ellos, tal vez debio de haber sido Hyo-ryung quien debia morir devorada por esos monstruos, si tan solo aquel chico de lentes no hubiera regresado al rescate de esa tonta niña que era un estorbo durante todo el camino.

-Calmate Nam-ra, ella es tu amiga como puedes desear que se hubiera muerto.

*Ella te dijo que te odiaba porque siempre eras tan perfecta y antisocial*

-Aun asi es enfermizo tener esos pensamientos, ya callate, no estoy de humor para que me molestes - susurro mientras se daba pequeños golpes en la cabeza.

Desde que estaba sola en la ciudad que gran parte habia sido destruida por el bombardeo, su rutina era aburrida, levantarse, buscar algo que comer, beber agua, explorar la zona y volver a dormir. No habia nada de interesante en esos dias tal vez entrarse a una tienda de ropa para probrarse un nuevo conjunto, pero nunca se llevaba nada de lo que se probaba, la razon era que no tenia dinero, pero el dinero era lo de menos en su situacion, aun asi tener el centro comercial despejado para ella sola, era tan gratificante y perturbador a la vez, esa paz de que estes sola combinada con ese miedo de saber que la razon por la cual estaba desolado era porque todos estaban muertos en la ciudad.

Vagaba por todo el lugar, sin rumbo mirando la ciudad con nostalgia, donde antes habian vivos colores y focos iluminando toda la avenida ahora era un camino destruido cubierto de suciedad y ceniza.

Afortunadamente la residencia donde vivia estaba intacta, pero por dentro era un caos, sangre por las paredes, el elevador no funcionaba y la fuente de ese pequeño jardin ya no funcionaba, el agua cristalina ahora era una gran mancha de agua estancada adornada por el verde vivo de las algas que habian crecido dentro de ellas, subio por las escaleras para ingresar al apartamento donde vivia con su madre, la desventaja era que estaba en el ultimo piso, pero su resistencia mombi la hizo aguantar, intento abrir pero no tenia la llave, uso la fuerza sobrehumana que tenia para romper la manija, la alarma ya no funcionaba por el corte de electricidad, todos los muebles estaban cubiertos por una fina capa de polvo y las telarañas en la esquina le daban un toque espeluznante, se apresuro en ir a la cocina el refirgerador no tenia nada comestible, pues todos los alimento que estaban ahi estaban podridos y llenos de moho, su cuarto al menos lucia decente, nada que una buena sacudida pueda arreglarlo, limpio sus sabanas y almohadas y durmio normalmente como lo hacia todos los dias antes de irse a la escuela.

(...)

Lo bueno de ir al supermercado era que este aun tenia encendido sus generadores de energia por paneles solares - Bendita sea la tecnologia ecoamigable - exclamo entusiasmada mientras tomaba uno de los carritos de compra y se dirigia por todos los pasillos, hace mucho que no rtomaba una ducha - el carrito poco a poco se iba llenando con shampoo, jabones, pequeños pedazos de carne que aun estaban en la congeladora, aunque fuera un mombi destinado a comer carne humana, la carne cruda de los animales era una opcion buena, el carrito termino por llenarse de litros y litros de agua, estaba sedienta y ya que no habia nadie mas con quien compartirlo, se llevo una buena parte de la despensa. Por las noches frias se refugiaba en los restaurantes de cualquier sitio, era bueno que aun cocinaran con leña pues podia cocinar un poco la carne antes de comersela, se las ingenio para enstarlas en un palo de fierro, y el reslutado final eran unas versiones muy cerca de las brochetas, comia tan tranquila mientras usaba las dos manos, nadie estaba alli para juzgarla asi que podia comer como se le de la gana, amaba su soledad siempre estaba asi la mayor parte de su vida incluso cuando los zombies no habian atacado, pero era bueno de vez en cuando tener a alguien con quien conversar, extrañaba a Su-hyeok, los extrañaba a todos y extrañaba a Na-yeon la primera persona con la pudo experimentar algo que se le privo durante mucho tiempo "Amistad".

𝙇𝙖 𝘾𝙝𝙞𝙘𝙖 𝙙𝙚𝙡 𝙨𝙪𝙚́𝙩𝙚𝙧 𝙧𝙤𝙨𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora