Capitulo X

302 34 4
                                    

Phill.

Hoy fue un día bastante agotador tanto física como emocionalmente. Necesitaba un pequeño respiro.

Al llegar a mi hogar me encontré con la no tan grata sorpresa de que el hielo andante le estaba comiendo el cuello a Will mientras estaba recargado en la puerta de la casa.

Espera... ¿Que demonios paso?

Sin importarme mucho que estuvieran en esa situación tan comprometedora carraspeo levemente para que sepan que estoy aquí.

—No me interesa lo que están haciendo pero me gustaría entrar a mi casa —les dije con un ligero todo de reclamó.

Ambos se movieron a un lado justo donde estaba el timbre de la casa y pisando las pocas flores del jardín. Entre todo parecía en orden, así que camine hasta la cocina y leí la nota de Bill, abrí la nevera para ver que había dejado de comer encontrándome con un pastel de chocolate, arrugue las cejas.

¿Pastel de chocolate? ¿Era el cumpleaños de los gemelos? ¿O el mio? ¿O es que esta envenenado? Ya creó que exageró, me encogí de hombros y tome una rebanada.

No es por nada pero el único talento de Bill es hacer pastel de chocolate delicioso, me senté en el comedor y me dispuse a alimentarme.

—¿Donde estabas? —Pregunta Will, entrando a la cocina.

—En el parque –conteste con la boca llena y me encogí de hombros.   

–Ya veo, ¿sucedió algo? –tomó asiento frente a mi, Will se veía preocupado.

–Si pero no, ¿quien sabe? –conteste sin ánimos y seguí comiendo aumentando mi depresión, al menos el pastel estaba rico Bill si se lució.

–Esta bien – sonrió comprensivo –¿y ese pastel? –cuestionó apenas notando lo que comía.

–No se, estaba en la nevera pero sabe bien –volví a encogerme de hombros.

–Oh... Bueno estaré en la sala viendo una película, me dices si quieres hablar o necesitas algo –comentó Will y salio de la cocina dejándome seguir comiendo en paz el resto de la tarde.

Paz que fue arruinada por una patada en la puerta principal que se abrió de golpe dejando ver a Bill mas emocionado que de lo normal.

–¡Ya llegue, perros! –Exclamó bastante fuerte con los brazos alzados.

Como ya era costumbre estas reacciones por parte de Bill, solo lo ignoramos. Bill traía una sonrisa en el rostro, cerro la puerta y camino hasta la cocina para buscar algo en la alacena pero no lo encontró, hizo lo mismo en la nevera pero otra vez nada.

–¿Eh? Hermanos... ¿Alguien a visto las bolsas de doritos que tenia guardadas? –preguntó preocupado y Will comenzó a silbar desde la sala.

Esto huele a problemas...

(...)

–¡Eran mis bebés! –exclamó Bill histérico –¿Por que te los comiste? –preguntó para seguido lanzarle un cojín a Will, quien estaba del otro lado de la sala.

–¡Y-yo no sabia que eran tuyos! –grito mientras le lanzaba también un cojín que se impacto en la cara de Bill.

Llevan una hora peleando pero como mis ánimos están por el suelo no quiero silenciarlos, la sala se convirtió en zona de guerra, los malditos sillones están tirados hay cojines por todos lados y la mesita del centro también esta en el suelo, yo estoy aun en el comedor observando su absurda pelea.

Después de comer cuatro rebanadas seguí con el bote de helado del mismo sabor... Estoy en depresión por culpa de mi estupidez.

–L-lo siento, Bill –se disculpó Will para dejar de lanzar cojines.

–¡Eso es lo justo! –contestó, también dejando de lanzar cojines y se cruzó de brazos.

–M-mañana te los repongo, lo prometo –salio de atrás del sillón que estaba utilizando de escudo y Bill hizo lo mismo.

–¿Seguro que los vas a reponer? –cuestionó entre cerrando lo ojos.

–L-lo prometo –Will sonrío y Bill se impulso para abrazarlo.

Tal parece que mis hermanos ya pueden resolver sus problemas solos, aun que estos sean tan absurdos.

–Bien, ahora que ya se disculparon, arreglen esto –dije señalando su zona de guerra.

–¡Suerte arreglando esto William! –Bill estaba apunto de tomar carrera hasta su habitación, tuve que tomarlo del cabello y regresarlo hasta donde Will.

–Ambos lo hicieron y ambos lo levantan –les dije a ambos molesto, Bill chasqueo la lengua.

–Pero... –dijeron al mismo tiempo.

–Pero nada, me voy a dormir levanten esto –Interrumpí y comencé a caminar hacia mi habitación.

En cuanto llegue me lance sin cuidado sobre mi cama con intención de dormir.

No pude dormir en toda la noche, solo me la pase pensando en mi idiotez una y otra y otra vez. Ya salio el sol y yo aun lamentandome, me inquieta saber que Masón cree que solo estoy jugando con él.

Ayer las cosas no salieron bien esperó que hoy si salgan bien, ya tengo un plan para volverme a acercar a él.

–Hermano ¿estas despierto? –la puerta se abrió dejando ver una maraña de cabello celeste.

–Claro que lo esta –escuche la voz de Bill, término de abrir la puerta de un empujón haciendo que Will cayera de cara al suelo.

–¿Que sucede? –pregunte sentándome en mi cama.

–P-pues verás –contestó Will nervioso jugando con sus dedos, ya estaba de pie otra vez.

–Eres tan complicado, William –dijo Bill virando los ojos con evidente fastidio –abajo hay alguien que quiere hablar contigo –Se dirigió a mi de manera desinteresada.

–¿Quien es? –volví a preguntar con el ceño fruncido.

–El idiota del que estas enamorado –contestó Bill.

–¿En serio él esta abajo? –pregunte sorprendido.

–¡Deja de hacer tantas preguntas, maldita sea!

–V-ve antes de que se vaya –dijo Will sonriendome.

–Si –Me levante de prisa de la cama y me puse una playera limpia para bajar los mas rápido que pude.

Cuando estuve en la sala, vi en uno de los sillones a Masón observando por una de las ventanas con la mirada pérdida, solté un suspiro enamorado sin darme cuenta. Enseguida Masón se percató de mi presencia y se puso de pie con el ceño fruncido.

–Mira no vine a verte por gusto, como tu eres mi maldito tutor, solo quería avisarte que no llegaré a clases –dijo con voz irritada.

–Pero ¿paso algo? ¿o estas enfermo? –pregunte preocupado pero sin que se notara.

–No se trata de mi, es mi hermana Mabel –soltó un suspiro cansado –tengo que ir por ella, se quedo a dormir en la casa de Star y su casa esta en dirección contraria al instituto como a tres horas y no voy a llegar para la hora de clase –explicó con el ceño fruncido y con evidente molestia.

–Masón yo... –quise comenzar indeciso desviando la mirada.

–Verás Phill, no quiero tener nada que ver contigo, solo estoy aquí por que eres mi maldito tutor así que no mal entiendas las cosas –contestó de manera agresiva para comenzar a caminar hacia la salida.

–Oye espera, solo quería saber si vas a asistir el lunes –dije con un nudo en la garganta pero me obligue a tragarmelo.

–Si, hasta entonces –me vio una última vez por encima de su hombro y salio de la casa.

Una vez que salio subí de nuevo a mi habitación y me encerré en ella, solté un suspiro frustrado agarrando mi cabello con frustración. Tengo que arreglar esto no tengo tiempo para lamentarme.

Que inicie el plan...

El Chico Problema [PhillxMasón] [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora