Capitulo VI

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Phill.

Y yo que pensaba que todos los días eran una mierda, sin duda la suerte Cipher es una maravilla.

Una jodida maravilla.

Bueno excepto la de Bill que es muy idiota y no sabe cómo usar semejante don.

Que por cierto me toca darle un sermón sobre no saltarse clases y bla bla bla.

Después de mi encuentro con el profesor Díaz y que me propusiera lo que me dejó sin habla, nada interesante paso o al menos que yo lo recuerde.

Ahora rumbo a la salida del instituto doy gracias que al fin terminaron las malditas clases.

Me aproximó ansioso hacia la puerta en busca de mis hermanos, el calor de la tarde me da la bienvenida apenas pongo un pie fuera.

Logro ver a mi pequeño hermano menor, Will, ya tomando asiento en una de las bancas cerca a un árbol de pino, tiene la cabeza hacia bajo mientras juega con sus dedos.

Fruncí el ceño preocupado y me en camine hasta él, cuando llegue a su lado tome asiento junto a mi hermanito.

—¿Estas bien? —Cuestiono preocupado.

Will da un pequeño salto en su asiento, ups estaba muy distraído.

—Ah, si no es nada Phill —Levanta la vista con una pequeña sonrisa.

Suspiró resignado, tengo que averiguar qué le pasa a mi pequeño hermano por mi cuenta.

Me quedó en silencio sabiendo que de nada me servirá seguirle preguntando a Will por su estado de ánimo.

—Por cierto ¿donde está Bill? —Escucho preguntar a Will.

—No lo sé —Contesto pensativo —Quedate aquí iré a buscarlo —Will sólo asiente.

Me levantó de donde estaba y me vuelvo a en caminar hasta la entrada del instituto, pero no doy mas de cinco pasos para cuando logro ver a Bill, está cerca de la entrada aún platicando con ese chico del antiguo comité de la biblioteca.

Niego con la cabeza en un gesto divertido.

Estoy por llamarlo para que se despida pero algo capta mi atención, mi vista viaja hasta un poco más atrás de donde se encuentra Bill, justo cuando Masón Pines está saliendo por la puerta, nuestras miradas se encuentran al instante, sin evitarlo sonrio ladino Masón desvía la mirada con las mejillas rojas dándome la espalda, suelto una pequeña risa.

Sin perder más tiempo vuelvo a dirigir mi vista hasta Bill, quien se encuentra muy risueño aún hablando con el chico.

—¡Hey, Bill! —Llamo a mi hermano.

Captó la atención de Bill y le hago señas para que se despida mi hermano asiente con la cabeza antes de darse vuelta para decirle algo al otro chico y después besar su mejilla.

Regresó sobre mis pasos para encontrarme de nuevo con Will, escucho los pasos de Bill también aproximarse hasta que llegamos con mi pequeño hermano.

—¿Nos vamos hermanos? —Nos cuestiona Bill cuando nos alcanza con una sonrisa de oreja a oreja.

Will se pone de pie asintiendo con la cabeza y yo los sigo a ambos.

Durante el camino Bill se la pasó tarareando animadamente y Will metido en sus pensamientos que por poco no notan cuando llegamos.

A la mañana siguiente me levanto de muy buen humor presiento que hoy va a ser un gran día.

Tan bueno es mi humor que incluso preparo mi desayuno y el de mis hermanos.

Will hace rato que está despierto incluso ya está listo para ir al instituto, está sentado en uno de los sofás de la sala con una libreta en mano, después le preguntó que está haciendo.

Bill como siempre aún no se levanta, acostumbra levantarse 20 minutos antes de que nos vayamos al instituto, usa 10 para comer y 10 para cambiarse.

—Will, despierta a Bill ya está el desayuno —Pido a mi hermano que enseguida obedece.

Sirvo la comida en los platos para luego llevarlos al comedor, a los pocos minutos baja Will de prisa por las escaleras guarda las cosas que estaba usando en su mochila y después toma su asiento en la mesa.

Al poco tiempo baja un adormilado Bill por las escaleras tallando sus ojos en un intento de despejar su cansada vista, sólo me queda sonreír como idiota cuando toma su lugar en la mesa.

Mis hermanos son tan tiernos cuando quieren.

—Buenos días —Saluda mi hermano recién llegado con ese tono  adormilado.

—Buenos días —Contesto y enseguida comienzo a comer de mi plato, mis hermanos imitan mi acción.

El silencio tranquilo de la mesa de cierta manera me inquieta, sólo se escucha el entre chocar de los cubiertos, absorbo de manera ruidosa cuando tomo de mi vaso.

—Apúrense que llegaremos tarde —Digo un poco fastidiado del silenció.

Will asiente tranquilo.

—No pienso ir de todas formas —Contesta Bill en cambio.

De pronto toda la atención cae en Bill que come tranquilo.

—¿Por que no piensas ir? —Cuestiona un curioso Will —Hoy hay evaluación de literatura —Recuerda.

Bill rueda los ojos con algo de fastidio.

—El profesor Jackie nos dijo que no teníamos que ir —Contesta encogiéndose de hombros.

Woah. Que agallas para mentir.

—No mientas —Lo señaló en modo de amenaza con el tenedor —¿Cual es tu excusa para no ir? Espero que sea buena —Bajo mi tenedor para terminar mi desayuno.

Escucho como Bill chasquea la lengua con disgusto.

—Buscare mejores mentiras —Lo oigo murmurar —Bueno la verdad es que por fin conseguí una cita con Ty —Nos cuenta risueño.

Bueno estoy sorprendido por sus avances.

—Esta bien, está bien —Suspiro resignado —Puedes quedarte en la casa.

Bill agradece entusiasmado y termina lo que hay en su plato.

Y por si eso no hubiera sido extraño también levanta la mesa y lava los platos sucios.

Woah.

—¿Y tu Will, como vas con el hielo andante? —Le cuestionó a mi pequeño hermano con complicidad.

El parpadea un par de veces como analizando lo que le acabó de preguntar.

—¿A que te refieres? —Murmura con aparente confusión.

—Oh, pero sabes a lo que me refiero —Sonrio cómplice y al  pobre se le suben los colores al  rostro.

—Bueno n-no lo s-se es c-complicado —Su expresión deja en claro que si es complicado, un pequeño suspiro sale de sus labios y decido dejar el tema.

—Es mejor que nos vayamos para no llegar tarde —Dejo el tema.

Will toma sus cosas y yo las mías.

—¡Ah! ¡Y Bill no vayas a prenderle fuego a la casa! —Exclamo antes de salir.

—¡Oye! ¡Nunca, nunca en mi vida le prendí fuego a la casa! —Me contesta a los gritos desde la cocina.

—¿Ah, no? ¿Quieres que te las enumere? —Vuelvo a responder yo igual a los gritos.

La risa disimulada de Will me distrae un momento.

—Si lo haces nos perderemos la mitad de las clases —Me dice Will en tono divertido.

—¡Te oí William! —Dice Bill fastidiado  y yo suelto una carcajada.

—Ya vámonos —Le digo a mi hermano Will quien asiente aún divertido.

Salimos de nuestra casa no sin antes volver a recordarle a Bill lo que puede y no puede hacer en nuestra ausencia.

Y después de eso partimos hacia el instinto.

El Chico Problema [PhillxMasón] [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora