"Caída oscura" - Colombia & Nordicos (cancelada)

3. Del pueblo y para el pueblo

{Breve aclaración. Cali sigue siendo chico intersexual, pero en éste libro se le referirá como "la/ella" por cuestiones de época}

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Ésta vez hablemos del sufrimiento exterior.

Hablemos de las consecuencias de un rey ausente.

De los problemas que causaría el dirigente de toda una nación.

El pueblo entró en pánico.

Y los grupos rebeldes tomaron ventaja.

Hablemos de las consecuencias que tendrían los dos príncipes y la princesa.

No solo todo estaría a manos del hijo mayor, Bogotá.

Si no que toda la familia recaería y tendría que soportar la revolución del pueblo enfadado y confundo.

El príncipe heredero, Bogotá, se cansó de ser la cara buena de la familia y comenzó a aumentar los impuestos y maltratar el pueblo a placer.

El segundo príncipe, Medellín, escapó sin dejar rastro.

Y "la princesa", Cali, estaba en peligro, pero no lo sabía. Puesto que permanecía relajado en su habitación, disfrutando de sus lujos, sin enterarse o si quiera importarle lo que estuviera sufriendo el pueblo allá afuera, no es porque fuera una mala persona, es solo que siguió el ejemplo de su padre...y de prácticamente todos en su entorno. De pequeño siempre soñó con hacerlos a todos felices y que nadie tuviera que sufrir por nada. Soñaba conque el paraíso no solo podía ser en cielo, sino, en tierra.

Pero las palabras de su padre fueron.

"Mi pequeño soñador. Hay cosas imposibles de hacer, y esa pequeña gran idea, lo es. ¿Pero sabes qué?. Hay que agradecer por lo que se nos da. No te preocupes por los demás. Lo verás cuando seas grande"

Acarició los rulos del pequeño con flores en sus manos, poniendole una corona de flores en su cabecita.

Su padre siempre quizo que la infancia de su niño mimado fuera perfecta, ya que no tenía poderes mágicos para defenderse, el único en la familia que había nacido sin magia, pero con una exhuberante belleza. Y parece ser que eso terminó volviendolo una princesita capeichosa, egoísta y engreída.

Qué ingenuo.

Una vez salió a recoger flores del bosque con sus dos guardaespaldas, más eso no fue suficiente para los rebeldes que le atacarían en ese momento. A los guardias los noquearon, un sonido sordo llegó a los oídos de la princesa.

Se volteó, extrañado, asustandose al ver a personas cubiertas de ropas negras que se llevaban las pertenencias de sus guardias y se acercaban a él.

—¿¡Eh?!, ¿¡Q-quienes son ustedes?!, ¡alejense de mí!, ¡No me toquen, sucios plebellos!—

Pero ya no tenía escapatoria, correr ya no era una opción, lo habían rodeado.

—Así que... ésta es la famosa princesa de la que hablaban...—

Una voz conocida apareció de entre los pueblerinos.

Era Dinamarca.

—¿T-tú?, ¿tú que haces aquí? ¿¡Qué hicieron con papá?!—

—Oh, no te preocupes por él. Está en buenas manos. —

Sonrió divertido.

—¿Sabes?. Has sido un gran problema. Después de la subida al trono de tu hermano la economía se fue a la mierda. Y los impuestos subieron hasta el punto de que el pueblo no podía pagarlos, dejándolos sin derecho al hogar o a la comida. ¿Tienes idea de cuántos niños están muriendo de hambre, mientras tú te comes un buffet entero?. No, me imagino que no. Y ahora, aprovechando que el cobarde de tu hermano escapó, como precio de su deseada libertad, te vendió, junto con todas tus pertenencias. Así más o menos la estabilidad económica volvió a la normalidad. ¿No es irónico cómo funcionan las cosas?~—