Sonó mi alarma. seis y treinta minutos por la mañana. Este día no era como cualquier otro.
Mis padres no eran del todos cercanos. Ya era mayor para comprender que las relaciones se marchitaban con el paso del tiempo.
Mi madre, Elisa, preparó el desayuno. Siempre lo hacía. Tostadas integrales con huevo y tocino. Mi padre estaba en el trabajo, según mis conocimientos.
Mi hermana pequeña, Sophie, junto a mi en la mesada de la sala de estar enseñándole a mi madre uno de sus exámenes. Había obtenido ocho de diez.
"Muy bien, siempre tan responsable. Sigue así."Dijo.Me pareció curioso. La semana anterior se había quejado de mi ocho punto cinco en él examen de ciudadanía. Deduje con los años que la presión sobre mis notas era solo por ser el mayor.
Se me había hecho tarde. Terminé la tostada a bocanadas. Un trozo de tocino se desplazó por debajo de la mesada. Esperaba que el perro lo masticara antes de que mi madre lo viera.
Había salido de casa, por fin. La escuela quedaba bastante cerca. Pensé en la apuesta que había hecho, y en que en realidad me importaba una mierda Ruby, pero si lo decía, probablemente quedaría (palabras de Scott) un maricón. Por que es lo que se pensaba de ellos. Menos Frank, la única excepción.
En la calle paralela a mi se podía ver a un chico de cabello castaño claro que llevaba anteojos color negro. No unos cools, unos de aumento.
William. Pensé.Crucé la calle que nos separaba discretamente. Si iba a ganar la apuesta o a la chica tenía que empezar acercándome a su mejor amigo.
Quedé a unos metros detrás de él, pero rápidamente lo alcancé. Era más pequeño de cerca, le llevaba un poco más de una cabeza.
Iba a hablarle, pero se me adelantó.
"¿Se supone que me sigues?"
Mierda."Voy a la escuela."
"Claro." Chico de muchas palabras por suerte.
Pero yo era mejor que él. Yo era el mejor en todo en realidad.
"En verdad quería hablarte sobre el trabajo de biología." Materia del mal según mi experiencia única y personal.Volteó su rostro hacia mi, debido a que estaba caminando con la vista al frente. Creo que era la primera vez que lo veía tan de cerca.
Tenía la piel pálida, buena sonrisa, nariz respingada, cabello abundante, pero no llegaba hasta mucho más que al fin de las orejas, y ojos color café, aunque eso ya lo había dicho.
me hizo una seña para que continuara hablando. No sabía porque me había puesto un poco nervioso. Hablar con gente con la que normalmente no tengo ningún tipo de contacto me inquieta.
"Em, bueno no sé si te gustaría hacerlo conmigo en parejas."
Excelente estrategia."Claro." Creo que le gustaba demasiado esa palabra.
Estábamos a unos metros de distancia de la escuela. Pude haber seguido de largo caminando. ¿Era inapropiado si me iba así nada más? Probablemente."¿Eres el más pequeño de la clase no?" No se de donde salió eso.
Me miró como si me estuviera burlando de él.
"Hay una chica más joven por unos días, así que no, no lo soy." Dijo poniendo los ojos en blanco.Creó que no le sentó bien mi chiste. Igualmente no lo había hecho para que se ría, no se porque lo hice.
Entramos a la clase. No hablamos en todo lo que quedaba del día.
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El chico de ojos café-(lgbt+)
Roman d'amourJasper era un joven de 16 años que a simple vista se veía como un joven prodigio y el mayor atrayente de chicas guapas. Entre amigos surge una apuesta para ganar el corazón de la chica más deseada del curso, Ruby. El primer paso para esto implicaba...