Prólogo "La apuesta"

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Me sentía enorme en séptimo grado.
Actualmente, en cuarto año del secundario, veo fotos de esas épocas y estaría de acuerdo con el que me llame rostro de embrión.
Ya tenía 16, era casi un adulto, con responsabilidades de adulto. A pesar de mis chistes sin sentido de niño prematuro, físicamente la pubertad había hecho su trabajo. Era uno de los más altos de la clase, casi dos metros de altura. Tenía el cabello rubio y ojos celestes color cielo, que más podía pedir.

En este momento me imaginaba a uno de mis mejores amigos, Frank, diciendo algo por él estilo como "Diría que eres un engreído, pero voy a culpar a la fecha de tu nacimiento."

Capricornio. Todavía no sabía qué tenía que ver con tener ego, pero dejémoslo ahí.

Frank era lo contrario a mí. Un poco moreno, ojos tan oscuros como el de la tinta de los tatuajes y un cabello ciertamente ondulado del mismo color.

Su sexualidad no la tenía bien definida, no estaba seguro si tenía etiquetas o como se le llamen, pero parecía muy interesado en un compañero de ojos café que se sentaba delante mío en clase. Estaba casi seguro que se llamaba William. Nunca hablé con él concretamente del tema, me incomodaba. No entendía a la gente que siquiera le puede atraer el mismo sexo.

Yo? yo nunca hablaba del tema amoroso...no se me daba bien, y eso que muchos pensaban que era un experto en el amor.
"¡JASPER!"
Le devolví la mirada sin entusiasmo.
Era mi compañero de asiento y de toda la vida, Scott. Era bastante parecido a Frank físicamente, pero más grandulón y heterosexual.

"Nunca te vi tan perdido y eso que eres de los mejores de la clase." Siguió hablando. Pequeño detalle que olvidaba mencionar, tengo facilidad con la mayoría de asignaturas. Exceptuando biología.

"Por eso mismo, no necesito escuchar, sé todos los contenidos." No lo hacía. Estudiaba día y noche los días que no tenia Voleibol. Si mi mayor prioridad no fuera el estudio, definitivamente sería el deporte. Adoro estar en forma y entrenar.

Sonó el primer timbre. Alegría pura.
Frank y Scott se acercaron y comenzaron a decir las estupideces de siempre. Entre estas, sobre la chica más deseada de todo el curso, Ruby. Era bastante alta, cabellera rubia casi sin ondas y ojos entre verde y celeste tenue. Inalcanzable para todos. Bueno, casi todos. Frank tiraba para el otro lado y luego ese William, que además de ser el mejor amigo de Ruby, era un poco extraño.

Bueno...yo no estaba interesado, pero cuando había una apuesta, no había tiempo que perder.

"Deberías estar con Ruby." Afirmó Frank.
No estaba muy interesado en lo que me decía, solo reaccioné ante la respuesta de Scott.
"Mejor que le dejé un lugar a los que en realidad quieren estarlo." Dijo Scott guiñando un ojo. "Además, no lo veo con los huevos para siquiera intentarlo." Tenía toda mi atención. Gran cretino.

Había dos reglas obligatorias en mi vida.
En primer lugar; ser el primero en apostar.
"¿Quieres apostar?" Intenté decirlo lo más serio.
"¿En serio?"
"Muy enserio."
"No te vayas a arrepentir luego, maricón."
Maricón? Nunca.

Y en segundo lugar; nunca, pero nunca, abandonar una apuesta.
"¿Dime alguna vez que me haya arrepentido?"
Y ese era solo el comienzo.

Por un lado, doy comienzo a esta nueva obra que tiene representación (lgbtiq+) y está inspirada en dos compañeros de mi clase. Si lo están viendo, no me disculpo.

Por otro lado, hace bastante que no me actualizo en esta app y veo qué hay muchos pedidos para que termine "withered roses" y lo entiendo completamente, ya que la dejé a un capítulo del momento que todos esperaban. Pienso seguir escribiendo la misma.

Si doy mucho spam de este prólogo, es porque me gustaría escuchar opiniones que puedan determinar si continúo subiendo estos capítulos.

El chico de ojos café-(lgbt+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora