Escondida en mis versos

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Dueña de mis lágrimas

encantadas por tu belleza,

libre de impurezas,

iluminada de sonrisas.


Amada por los navegantes,

Dioses, mujeres,

encendidos amantes que

lamentan tu ausencia.


Invadidos por el dolor,

al que fueron condenados

desde que tu bello amor

escapo de sus brazos.


Las noches son siempre tristes,

insoportables sin tu carisma,

aquél que las vidas mantenía,

dulces, alegres y sonrientes.


Eres la mujer

linda, agradable,

inigualable,

atemorizante.


Dueña de estos versos

encantados por tu nombre,

ligada siempre a ellos

ilustrándolos, encantándolos.


Arrastrándolos a tu amor

Delia, que me obsequiaste

esperanza ante el dolor,

libertad para poder volar.


Inspiraste mis palabras,

acunándome en el silencio,

distanciándome de las tormentas,

enseñándome el arte de la caricia.


Liberándome del llanto,

intenso y sin consuelo.

amándome sin pedirlo,

devorándome en un suspiro.


Encantaste mis días,

lideraste mis sonrisas,

invadiste mis mañanas,

acariciaste mis lágrimas. 

Retazos de esas cosas que nos pasan en la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora