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Al día siguiente te percataste de tu reflejo sobre el espejo, te apuraste para entrar a él salón, en el camino pasaste por los pasillos, los del aula B iban por allí, por lo que tuviste que irse cabizbaja por razones específicas, al entrar al salón, te recibió Mina, quién se te acercó preguntándote la razón de tu comportamiento

Mina: que pasó

_______: *dejas la mochila en la butaca* en vista de qué me haré visible para todos, tendré que cubrir esto *señalas la herida de tu cabeza* y la de mis rodillas

Mina: oh, si es cierto, la de tu cabeza podemos cubrirla con base de maquillaje

_______: y lo selló con el polvo para que quedé más compactado

Mina: *asienta con la cabeza* sería lo mejor

______: sip, de una u otra forma estás heridas, no desaparecerán y serán permanentes

Su plática se vió interrumpida por la voz de Aizawa-sensei, quién llamaba a los alumnos que aún se encontraban afuera del salón para que entrarán y se diera inicio a su clase, durante el transcurso de tiempo impartiendo clases, estabas muy distraída, cosa que cierto chico de cabello cenizo notó, tenías muchos pensamientos recorriendo tú mente, ¿Si seré visible para todos..... qué será lo que diré si mi apariencia seguirá siendo la misma? Esa era la pregunta que más abrumada te mantenía

Aizawa: señorita _____ lea el párrafo 5 del libro porfavor

________: eh? Ah, si

El libro el cuál se encontraban leyendo estaba en tu butaca, viste de reojo para averiguar qué página era, hasta que alguien habló

Bakugou:........______ estaba enferma.....no se sentía bien

Aizawa: ya veo

Tú mirada se posó en Bakugou, quién había dicho eso cómo un apoyo para que Aizawa-sensei no te preguntará, el de ojos carmesí vió sobre su hombro, sus miradas conectaron, giró la cabeza con un sonrojo que se hizo aparecer en sus mejillas

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