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El de ojos carmesí, se dejó caer al suelo, sus rodillas impactaron al duro piso, las lágrimas saladas mojaban sus manos, y en él, solo estaba tú rostro, eras tú y sólo tú, nadie volvería a enamorarlo cómo tú lo hiciste, nadie lo podría volver a hacer, eso era obvio

Salió de la habitación con la carta en manos, directo a su cuarto, se acercó a su cama y se acostó, giró su cuerpo a la derecha, justo en su mesita de noche, dónde tenía un cuadro con una foto de los 2, la tomó en manos, llevándola a su pecho apretando los ojos

Bakugou: *susurra* .......pato

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