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Caída,

Tu rostro se está secando en mis brazos,

y pintura cae de tus ojos como lágrimas saladas,

sé que antes de marcharte tuviste que cortar todos tus lazos,

porque ya no, ya no querías nuestras almas juntadas.

Tuviste mucha suerte al encontrarme,

nadie como yo podría amarte,

pero es que ni tan sólo me di cuenta

que todo lo que me hiciste fue un paso más para odiarte.

Quizá fue la rabia lo que te dominó,

quizá fue un huracán lo que se te llevó,

porque a mí, vogel, no me jodas,

porque todo el cuento de hadas ya se acabó.

Porque el silencio que irradias es sólo dolor,

porque las estrellas ya no brillan desde que te fuiste,

porque sabías que yo era un cazador,

porque mi existencia ya no es válida, no después de tú de mí huirte,

no después de intentar arreglarlo todo,

no después de prometernos un por siempre,

no después de dejar de yo ser paciente,

no después de preguntar al vacío, ¿cómo pudiste?, ¿cómo?


El cielo de los ángeles caídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora