Caída,
Sabía que podías volar sin alas,
sabía que eras casi invencible,
sabía que eras una chica de pocas palabras,
y, a veces, inentendible.
Hoy he soñado,
tú estabas en mi sueño,
otra vez.
Vestías de blanco,
y caminabas bajo la lluvia,
bailabas al compás de la música,
una música que al oído yo te cantaba.
Éramos jóvenes,
y nos gustaban los retos,
nunca de nadie seguíamos órdenes,
siempre nos escondíamos, quietos.
De las manos nos cogíamos,
tú apoyabas la cabeza sobre mi hombro,
callados estábamos,
y me acuerdo que yo te miraba con asombro.
Eras perfecta, vogel, era imposible no adorarte,
era imposible intentar de mí alejarte,
intentar odiarte,
por lo que me hacías.
Me dañabas,
y lo sabías,
no te importaba,
y eso me dolía.
Me dolía cuando me besabas,
me dolía cuando un abrazo me dabas,
me dolía cuando entre mis brazos te acucurrabas,
cuando te dormías en mi cama.
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El cielo de los ángeles caídos
PuisiCaída, Creía que no podías volar, porque eras un ángel, sí. Un ángel con alas cortadas. «Obra terminada»