☙02: Confusión

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A G U S T I N

Sábado. Al fin. Los sábados siempre vamos a casa y regresamos los domingos en la noche al Mandalay. Tenemos que aprovechar este año porque es el último. A partir del siguiente año cambiarán muchas cosas en el Mandalay.

¿Un problema de ir a casa hoy?... mi pierna, mis padres. Sobretodo Rose.

Cómo pude me levanté y me di un baño. El ardor de la pierna fue insoportable. Solo me faltaba recoger algunas cosas para irme a casa. La verdad es que solo hice una bola de ropa y la guardé en un bolso.

Mi mejor amigo se estaba perfumando frente al espejo. Anoche no pude contarle lo que realmente pasó porque me quedé dormido apenas me trajo al cuarto. El tío Leon había venido temprano a recoger a Iván por lo tanto estábamos solos así que creo que este es el momento.

—Bro —me aclaré levemente la garganta atrayendo su atención. Me miró desde el reflejo del espejo.

—¿Mhm? —estaba cerrando su mochila. Se giró hacia mi—. ¿Te duele algo?

—No, no. Quiero hablarte de algo —me rasque la parte trasera de mi cabeza.

—Ah. ¿De que?

—Ayer cuando me pasó lo de la pierna. Los tipos que me llevaron te buscaban a vos.

—¿A mi? —sus cejas se unieron en una, por la confusión.

—Salí a dar una vuelta. Alguien me golpeó en la cabeza y con otros dos tipos más me subieron en una camioneta. Estaba medio mareado así que me hice el desmayado. Cuando llegamos al lugar una voz dijo que yo no era y que eran unos inútiles. Él había pedido que te llevaran a vos.

—¿No pudiste verle la cara a ese tipo?

—No. Cuando salí de la camioneta intenté ver quien era el que supongo es el jefe pero los otros tarados esos no me dejaron. Ahí forcejeamos y uno me apuñaló la pierna con una navaja. Caí al suelo y arrancaron rápido en la camioneta. Estaban todos con capuchas negras.

—No puede ser.

—Eso no es lo peor.

—¿Por que siempre tenes que dejar lo peor para el final? Ya de por si estoy medio asustado.

—Bueno le da más emoción al relato.

—Dale Agustín ¡Habla!

—Quieren matarte.

A L A I

Sigo confundida. Bastante. Desde que encontré esa carpeta con unas listas de alumnos del Mandalay en las cuales los apellidos de algunos de mis primos y de mis hermanos, incluyéndome a mí estaban mal. Al principio pensé que era un error de impresión pero eran varias listas y con años diferentes. Aún más raro todavía.

Según la lista mis hermanos y yo figuramos como hijos de mi mamá y el tío Tacho no de mi papá, Thiago.

Bruno, Santiago y Mariana como hijos de mi papá con la tia Mar y no como hijos de ella con el tío Tacho.

Los demás tienen bien sus apellidos.

Conforme iba leyendo mas me confundía. Por ahora me he quedado con las carpetas escondidas sin que nadie sepa para averiguar bien de que se tratan.

—¡Alai! —me gritó Matías.

Parpadeé dos veces ¿En que momento llegamos al hogar?

—¿Te vas a quedar ahí? Ya entraron todos nena estoy esperando que bajes para ponerle la alarma a la camioneta.

Casi Angeles 5-  Los Elegidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora