Mi debilidad

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Mi debilidad

Los personajes mencionados en esta historia no me pertenecen, son de la maravillosa Rumiko Takahashi.

Han pasado algunos años, mi mentalidad cambió y lo que estoy a punto de escribir quizá lo sientan diferente pero de verdad deseo retomar está historia y tal vez en un futuro crear otra.

Mi estilo de escritura cambió ya que me dediqué a rolear en mis tiempos libres, ahora me siento más cómoda redactando en tercera persona pero, no quiero cambiar la esencia de esta historia y haré mi mayor esfuerzo por brindarles capítulos buenos.

•••

Akane:

Mis labios no eran inexpertos, sabía lo que era besar e intentaba hacerlo bien pero ¿Alguna vez se sintieron como unos novatos? Supongo que es normal cuando la persona que está cerca de ti hace que te sientas como un principiante en todo. Así me siento, sus labios son tan amables y dulces, su lengua busca la mía para después degustar el dulce sabor de su saliva ¿Los besos siempre han sido tan deliciosos? Por un minuto más decidí que seguiría pérdida en la sensación de besarle. Pero la realidad golpeó mi cuerpo con brusquedad, la imágen de Ryoga inundó mi cabeza y sin poder evitarlo mis manos se movieron rápidamente.

Empujé a Ranma mientras intentaba recuperar el aliento, puedo ver en su rostro el desconcierto y eso me hace sentir culpable -Lo siento... - El tono de mi voz fue suave e indeciso. ¿Por qué me disculpo? Bajé la mirada y di varios pasos hacía atrás.

-¿Qué sucede? Esto es algo que tu y yo deseábamos ¿No?- La voz de Ranma era comprensiva pero aquello solo me hizo sentir peor. Soy yo quién no está libre y lo estoy arrastrando a un problema muy peligroso ¿Soy egoísta? Su mano tocó mi mentón e hizo que levantara la mirada. -¿Te arrepientes?- Sus enormes ojos azul intenso no apartaban la mirada de los míos, lo cuál me hizo sentir indefensa.

-No es eso, estoy haciendo las cosas mal.- le sonreí levemente -siento que te estoy presionando, yo no estoy disponible... al menos no por ahora y tú... no te mereces ser tratado de esta forma, discúlpame- no pude sostener su mirada y en sus rostro pude ver algo que no comprendí del todo. Me giré para retomar mi camino de regreso.

-¡Akane...Akane, debo decirte que...! - no lo dejé hablar porque de verdad sentía mi cabeza tan confusa que sólo deseaba estar sola.

No sé cuánto tiempo pasó pero la noche se hizo presente y necesitaba volver a casa. Salí de la mansión de mi hermana a escondidas, no quería hablar con nadie pero me llevé una enorme sorpresa cuando me encontré a Ryoga afuera, recargado en su auto y nuevamente el sentimiento de culpa invadió mi alma.

-Princesa, no quiero estar por más tiempo así, arreglemos las cosas- se acercó a mí deslizando su mano por mi cintura hasta darme un beso en la frente. -Vamos, te llevo a tu casa- no se porque pero mis pies lo siguieron, una vez dentro de su auto me sentía tan extraña, deseaba salir corriendo pero la naturaleza de mi comportamiento siempre fue dócil. Condujo por un rato y luego detuvo el vehículo, miré alrededor y no me parecía familiar la zona. -Quiero que me disculpes por mi comportamiento todo este tiempo, sólo tengo miedo de perderte. Te amo tanto, mi corazón sufre al verte distante- su mano tocó mi mejilla, haciendo que lo observará.

Siempre que pide perdón se escucha tan sincero, este es mi círculo vicioso. Ryoga hace algo mal y siempre pide perdón prometiendo que todo cambiará pero de una u otra forma siempre terminamos volviendo al mismo punto. -Yo... - mi voz no sale como lo deseo y es que me cuesta romper con la costumbre, mi zona segura me atormenta.

-Prometo que seré un esposo ejemplar, me dedicaré a hacerte feliz y amarte hasta el final de mis días- parecía que lo escuchaba pero en realidad no prestaba atención a sus palabras. Lo único que sentía es como me besaba, sus labios eran diferentes, la sensación ahora quemaba. Pero no pude detenerlo, mi mente y cuerpo no respondían y eso me hizo sentir patética.

INTENSO AMOR...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora