Leyendas del mar

V- Atado (MamaJiu)

Había estado nadando cerca de la superficie, simplemente era una coincidencia, ya que le gustaba merodear cerca de dónde a veces los humanos navegaban. Así podía conseguir adornos para el cabello. 

Cuando asomó su cabeza a la superficie repasó su mirada a la lejana orilla. No parecía haber gente cerca de los botes. Cauteloso, nadó hacía ellos. Asomó más de cuerpo, habías cosas de pescadores nada más. 

Aburrido. 

Nada de su interés. Sin embargo, a lo lejos un sonido captó su atención. Parecía llanto. Pero no cualquier llanto, parecía llanto de un cachorro humano. Frunció el entrecejo, y nadó hacía las picudas rocas dónde las agua chocaba con más fuerza. Al llegar, arrastró con más fuerza con cuerpo, para que su cola se presionara en la arena y su torso se asomara y pudiera mirar más adentro del peñasco. Ahí, confundido visualizó un pequeño bebé que luchaba contra cuerdas de red que lo mantenían tapado. Sus pequeños manos y piernas cada vez se enredaban más, por lo que el bebé lloraba y lloraba. A Shen Jiu no le gustaba el ruido. 

alguien había abandonado a su cachorro ahí. No tenía nada, ni una señal, solo lo dejaron con un montón de cuerda atado esperando por alguien o por nada. Tal vez esperaban que algún pescador lo encontrara y se lo llevasen. Tal vez debía honrar esa voluntad y dejar que alguien lo viera. Sí, eso haría. 

Quiso darle la espalda, pero sintió una extraña sensación. Tal vez era a lo que llamaban remordimiento. 

Suspiró regañándose a sí mismo. Tomó a la pequeña bola de carne llorona en sus brazos, y retiró con cuidado las cuerdas. El bebé tenía ojos claros, así como los de Shen Jiu. La pequeña criatura lo miró a los ojos mientras contenía el llanto. Estaba frío. 

Shen Jiu solo le dejaría más en la orilla, para que fuera más visible a la gente. Solo que la mirada del bebé le llamó la atención, por lo que lo miró.

—Pequeña bestia, solo te pondré un poco en el sol—Dijo mientras lo cargaba y dejaba que el bebé en sus brazos recibiera un poco de sol. Tomó alguna prenda de alguno de los botes y lo rodeó. Probablemente el bebé tampoco había comido. Quién sabe cuando fue la última vez que lo hizo. —No llores. 

Miró hacia un lado, miró un gran cangrejo y con una mirada tranquila y un tono indiferente de voz, se le acercó.—¿Puedes ir al pueblo y traer leche?

El cangrejo solo hizo con sus grandes tenazas: Tlac. Tlac. Y se fue. 

Shen Jiu meció al bebé. El bebé era ruidoso, pero también de alguna manera la daba cierta tranquilidad. 

El cangrejo llegó con un biberón de cristal, el contenido parecía ser leche tibia. ¿Le importaba robar biberones? no realmente. 

Después de alimentar y dejar el bebé dormido en sus brazos lo miró por un largo rato. Se acercó un bote lo dejó durmiendo. Era hora de irse, hasta que los pescadores llegaran. Pero por alguna razón su aleta no se movía. Le tembló un poco el labio y volvió a lamentarse. Tomó una cuerda y la ató al bote. Irían a una pequeña isla cercana al pueblo, ahí no llegaba la gente y la usaba de escondite. si pedía la ayuda de peces y crustáceos tal vez podría acoplar el lugar. 

Llamó a una anguila y ató en ella la cuerda del bote. 

A parte de ahora Shen Jiu no estaría solo, tendría también al cachorro humano que después llamaría como: Shen Yuan. 

*

Notas de autor: Oigan me gustó demasiado esta idea, tal vez la siga explorando. ;w;