Leyendas del mar

XIX - Burbujas (MoShang)

¿Qué pasa cuando una sirena anguila te asecha y no te suelta?

Esa era la pregunta que rondaba en la mente de Shang QingHua desde hace por lo menos dos horas. 

Las sirenas anguila eran algo muy fuera de lo común. Tenían colas enormes y largas, parecían una enorme serpiente marina, podían estrujarte con el músculo de su cola y mantenerte atrapado dentro de su merced. 

Esta que tenía enfrente era aterradora, los ojos rasgados y con pupilares tan frías como el agua le estaban clavando una mirada furtiva. No solo su cola era fuerte, su torso y brazos estaban bien trabajados. estaba seguro que si escapas él mismo con su propia fuerza podría aprisionarlo contra él. 

No tenía escapatoria, así que decidió esperar ansiosos en sus pensamientos. 

Sin embargo, el tritón anguila no se movía, solo lo miraba sin pestañear durante largos periodos de tiempo. 

Era aterrador, Shang QingHua comenzó a exasperarse por lo que ideo tal vez un plan. 

La magia de sirena era compleja y requería cierto nivel para poder usarse, desconocía la magia potencial en aquellas razas híbridas como la de las anguilas, pero para tritones como él sí sabía sus límites y capacidades. 

Estaba cansando, y su cuerpo estaba siendo atrapado con fuerza. Era todo o nada. 

Temblaba un poco su cuerpo, pero aun así tomó el mayor valor posible dentro de sus propias agallas y a su alrededor empezaron a surgir burbujas multicolores de diversos tamaños. 

Mobei Jun el tritón anguila, posó su mirada confundida y sorprendida en aquellas pompas submarinas. Resplandecían colores brillantes y cautivadores que no estaba acostumbrado a ver. No estaba tan familiarizado con la magia de las sirenas, por lo que no estaba seguro que estaba por ver. 

Sin esperarlo, en las burbujas, comenzó a ver imágenes. Era extraño, pues no era cualquier tipo de imagen, sino más bien sus propios recuerdos y vivencias. 

Eso estremeció su propio cuerpo; se tensó el punto en el cuerpo de Shang QingHua resintiera el aumento de presión. Esto no importó, ya que este tenía fe en toda la magia que estaba poniendo en aquél hechizo mental. 

No fue difícil entrara a su mente, aquél tritón no dejaba de mirarlo.

Ahora solo tenía que soltarse.

Shang QingHua colocó sus manos sobre la densa cola de anguila para forzarse a salir. Miró precavido al otro que estaba aterrorizado al ver sus memorias. Shang QingHua estaba preparado para no importarle e irse sin mirar pero, pero algo sin explicación le hizo asomarse y ver a través del tritón. 

Al prestar atención en las memorias del otro Shang QingHua sintió un golpe en el estómago, su vida parecía ser muy similar a la suya. 

Lo miró con lástima, lo miró con su propio dolor y resentimiento. 

Él lo comprendía. 

Dejó de hacer y fuerte y al final tomó una decisión: se quedaría. 

Se quedaría y descubriría la soledad del otro. 

Después de todo él también estaba solo.