LA HEREDERA DEL LOTO NEGRO

Paisaje Onírico...

Y así fuertemente vigilado, cosa que le molesta al omega, este sale junto con su bebé hacia el bosque en donde empiezan a buscar al conejito, hasta que en el hueco de un árbol Shen Qingqiu ve al lindo animalito lamiendo sus patitas, así que con cuidado lo toma y lo lleva hacia su hija quien da una enorme sonrisa.

-¡Conejito! – mientras se acerca y su madre le entrega con cuidado el conejito – ¿podemos llevarlo a casa mami?

-Claro – dando una sonrisa al ver al lindo animalito acomodarse en los brazos de su hija – parece que le agradaste

- ¡Sí! – dando una enorme sonrisa, mientras es tomada en brazos

-Volvamos...

-Mami, ¿A dónde iremos?

-Tenemos que volver al palacio de esa bestia

- ¡Sí!

Shen Qingqiu apenas da un suspiro resignado...es oficial su hija se ha dejado comprar...

Esa noche, después de darle un baño a su pequeña de que su pancita estuviera llena y su carita limpia, Shen Qingqiu se dispone a dormir al lado de su niña en aquella enorme cama, mientras en la sala del trono Luo Binghe simplemente se encarga de los asuntos pendientes de su reino, hasta que al terminar, se dirige a hacer lo que más disfruta, admirar a madre e hija dormir...

Al llegar simplemente entra y toma asiento en una silla cercana a la cama y por primera vez se siente a gusto al ver dormir a Shen Qingqiu y a su hija...

Hasta que recuerda que hace mucho no ve lo sueños del omega, así que cierra sus ojos y se dirige hacia el paisaje onírico de Shen Qingqiu...

Luo Binghe se da cuenta de que está en una aldea...toda la gente anda de un lugar al otro, disfrutando de los puestos callejeros o cotilleando sobre algún nuevo chisme...hasta que ve a lo lejos a un omega, vestido con prístinas túnicas verde jade...lo reconoce en el acto, ese es Shen Qingqiu cuando en otrora fuera un respetable cultivador...

Luego ve como el joven Shen Qingqiu toma un par de bollos de carne y se dirige hacia un claro en el bosque allá lo espera Yue Qingyuan, quien con una amable sonrisa espera por su Shidi.

Luo Binghe se queda observando, cuando ve a aquel alfa recibir con una enorme sonrisa el bollo de carne que el omega le pasa con una expresión fría.

-Shidi dime ¿Qué tal fue?

-Fue sencillo comprar los bollos, pudiste haber ido tú – frunciendo el ceño

-Pero Shidi a ti se te da mejor interactuar con la gente – tomando asiento en el claro e invita al omega que haga lo mismo

-Deja de decir tonterías – mientras come...

-Sabes que debes alimentarte bien – entregando su bollo de carne

-No...sabes lo que pienso de eso, sabes que no quiero tenerlo

-Shidi – mirando fijamente al omega – tenlo...

- ¡No quiero! – arrojando los dos bollos lejos – ¡es su hijo! ¡es el hijo de esa bestia!

-Pero es tuyo también

Y así toca el vientre del omega que crece para asombro de Luo Binghe quien apenas observa.

-Qi Ge...

-Hazlo cuida de él...él es la luz que ha llegado para ti

-Pero es hijo de esa bestia...

- ¿Y qué? Es tuyo...

-Yo...yo tengo miedo – confesando con tanta naturalidad que Luo Binghe apenas puede creerlo